Por Leydi Vanessa Carvajal
Fui participe del Paro Estudiantil de inicios de octubre de 2018, en defensa de la Educación Pública Superior ante la amenaza directa de des-financiación, por el recién posicionado a la presidencia. Teníamos claro que este gobierno nacional iba a pasar a la historia por retroceder y mantener a nuestro país en un letargo de analfabetismo, decadencia política, corrupción, masacres, aumento exponencial a la pobreza, crímenes selectivos a líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Las y los Estudiantes juntando luchas colectivas para reivindicar y avivar el fuego de una Lucha Estudiantil en causada en lo social, esto se notó por las aglomeraciones en las regiones y las principales ciudades del país, las diferentes organizaciones Estudiantiles defendiendo el Presupuesto Universitario, Bienestar, Autonomía; se construyen así los acuerdos entre el MEN, Duque y Estudiantes.
Llega 2019, y ahora las movilizaciones estudiantiles se vuelven a levantar en defensa de los acuerdos, el incumplimiento, la dilación de un gobierno neoliberal que pretende mercantilizar la Educación, se unen las luchas de otros sectores académicos, movilización tras movilización, así se cierra el 2019.
Pero es claro, que para el actual presidente Iván Duque, la educación Pública Superior no es prioridad, inicia el 2020. Producto del Paro de 2018 se establecen varias Mesas departamentales, donde se iba a entrar a intervenir como Instituciones de Educación Superior en el presupuesto departamental de regalías, tal es el caso de la Mesa Local de Trabajo entre la Gobernación del Valle y la Universidad del Valle…
La pandemia ha terminado de develar los intereses privados, burocráticos, terroristas y de detrimento patrimonial que ha dejado el mal manejo de los recursos destinados para solventar la actual crisis de pandemia de Covid-19, así las familias más vulnerables, los sectores agropecuarios, las microempresas, los pequeños empresarios, los trabajadores independientes, los rebuscadores, han sido la población más afectada, una población que se la juega por acabar la desigualdad a través de la Educación.
Las y los Estudiantes nos hemos vuelto a unir ante una nueva consigna #MatrículaCero pero los movimientos y las causas sociales solo se registran en su agitación en las grandes ciudades, la participación de los territorios/regiones, los municipios periféricos, o también considerados de 6 categoría están condenados a sufrir la estigmatización, de estar alejados de las instituciones centrales garantes para el ejercicio político, además de políticas locales que vulneran el Derecho Fundamental de la Educación y la excluyen.
Como Estudiante del Sistema de Regionalización de la Universidad del Valle, del programa de Licenciatura en Literatura, donde en este momento sufre el estigma de pertenecer a las Humanidades que integran el claustro Universitario, hay recorte de las Humanidades y las Licenciaturas a nivel nacional, y la Región no es ajena ante esta crisis, al detrimento y el recorte de los programas que pertenecen a las Humanidades (cómo es el caso de la Sede Univalle Caicedonia donde Literatura lleva cerrado 4 años y no hay más programas de Humanidades ni Artes Integradas), además la deuda histórica de la Univalle se refleja en las brechas de desigualdad que hay entre las Sedes de la Metrópoli y las Sedes provinciales, los recursos se capitalizan en la Ciudad principal, y la baja en Regionalización se evidencia en el atraso en infraestructura, oferta académica, investigación, ciencia, laboratorios, centros deportivos, además que no existe un rubro para bienestar, las ayudas que se hacen a las y los Estudiantes se realizan a través de la figura alivios económicos.
Desde inicios de mayo, teniendo en cuenta que por las frecuentes movilizaciones, se están manejando dos calendarios académicos (1 para regionales y otro para Sedes Cali) iniciando el periodo académico 2020-1 el 8 de junio en Regional, y desde los diferentes colectivos Estudiantiles de las diferentes Sedes Provinciales emprendimos acciones virtuales y a través de cartas y comunicados, en el que solicitábamos el apoyo de la gobernación, rectoría, y de las Alcaldías en la que hace presencia la Univalle, pero las respuestas fueron dilatadas, y se llevó al movimiento Estudiantil al borde de una presión administrativa para cancelar el pago de la Matricula Financiera. Matrícula Cero en Regional benefició a solo 900 Estudiantes, de 12.300 matriculados actualmente, luego producto de un plantón realizado por las Regionales el 1 de julio se pactaron apoyos en conectividad y bienestar.
Luego, los colectivos de la Sedes Cali emprendieron el 18 de junio la Huelga de Hambre y obtuvieron como respuesta Matrícula Cero para estratos 1 y 2, descuento para los estratos 3 del 40% y estrato 4 del 30%… Pero estas soluciones en la práctica, solo muestra la mezquindad del gobierno, los alivios económicos que ingresan a la Universidad por Generación E, Jóvenes en Acción, son de estos mismos estratos, lo que quiere decir que hay una poca cobertura para solventar el pago de la matrícula, además que la Universidad ha tenido que asumir parte del costo total de lo que ha implicado la crisis para garantizar el acceso, la calidad, la permanencia, donde no solo es la matrícula, también, conectividad, dispositivos tecnológicos, bienestar Universitario.
Se requiere una reforma inmediata a los artículos 86 y 87 de la ley 30, hay que aclarar que es un incumplimiento a los acuerdo Estudiantiles 2018, los recursos asignados deben bajar a la universidad y obtener recursos del departamento y también desde las Alcaldías donde hace presencia la Universidad, la Educación no puede ser la mendiga del estado, el camino para acabar la desigualdad es la Educación y esta debe llegar a los municipios periféricos, garantizar en lo local el desarrollo de la Región así no se vería truncado su desarrollo a la visión y misión de la Universidad, cerrar las brechas de desigualdad entre Sedes Metrópolis y Sedes provinciales, implica que se haga en alta de estándares.
La Matrícula Cero es una bandera que se continúa ondeando ya se acerca el segundo cohorte 2020-2, eso implica otra Matricula Financiera, además que sigue el incumplimiento a los acuerdos Estudiantiles de 2018, donde el déficit universitario aumentará, y dentro del presupuesto nacional no entro el acuerdo 1 donde el dinero de regalías entraría a las IES Públicas, por lo tanto hay que continuar emprendiendo acciones colectivas y organizándonos, para dar paso a emprender la Lucha conjunta nacional a la Gratuidad de la Educación Superior a su defensa como un bien común para todas y todos las/os Colombianas/os.