Estar detrás de un micrófono no es garantía de merecerlo ni de estar en capacidad de incidir en la formación de la opinión pública. Cambie de dial, no permita que irrespeten su inteligencia.
Vuelve y juega: un periódico capitalino, de los que se dicen importantes, ocupó su editorial en la improbable y poco secundada propuesta de reelección. En lugar de ajustarla a sus justas proporciones, quien lo escribió –cuya identidad desconocemos y dudamos si se trata del director o del propietario– presentó la iniciativa como un riesgo insuperable a la democracia. Los autores de esta columna, que escribimos lo que pensamos y en representación exclusiva de nuestras convicciones, no respaldamos ni este ni cualquiera de los proyectos de reelección precedentes, pues sirven como estímulo –y proveen de instrumentos– a quienes abusan de su poder, por demás excesivo en regímenes presidencialistas como el nuestro.
Germán se opuso a la reelección de Uribe en ambas oportunidades: en la primera, además de criticar la iniciativa y votar desfavorablemente, denunció a Yidis Medina, a Teodolindo Avendaño y a varios de los altos funcionarios del gobierno que se prestaron para la repartija con la que aseguraron la viabilidad de la reelección, conductas por las que unos purgan cárcel y otros completaron sus penas. En ese entonces no fueron pocos quienes dijeron que “Navas Talero está haciendo un show” y el tiempo probó que la denuncia era tan seria que llevó a condenas confirmadas hasta por la Corte Suprema de Justicia.
Dejando atrás la reelección (con suerte para siempre), leímos una maravillosa entrevista de Cecilia Orozco a la senadora María José Pizarro, una de las más destacadas congresistas y líder de la bancada de gobierno. Germán tuvo oportunidad de trabajar con Pizarrín por cuatro años mientras ambos ocupaban un escaño en la Cámara y presenció la moderación, sensatez y organización que le caracterizan, y por las que le augura un futuro promisorio en la política. Además de buena persona, en ella confiamos sin reparos y no vacilaremos en darle nuestro voto para la elección a la que decida presentarse.
Nos gusta la movilidad eléctrica y por ello encontramos del mayor interés la columna de José Clopatofsky en la última edición de la revista Motor. En contraposición a la mayoría de ciudades colombianas, durante un viaje reciente al sur de Italia vimos que el carro eléctrico impera, aún cuando la oferta de híbridos es amplia y generosa. Las decisiones de algunos concejos distritales y municipales –a nuestro juicio equívocas– que equipararon en cargas, beneficios y estímulos al vehículo híbrido (con independencia de su capacidad eléctrica) con los puramente eléctricos ha causado un enfriamiento en la transición a la movilidad limpia y baja en emisiones, como quiera que ahora se obtienen iguales garantías a las de un eléctrico con un híbrido y a la mitad del precio.
En suma, estas determinaciones, muy bien recibidas por los licenciatarios de marcas con portafolio de híbridos y por los concesionarios que los ofrecen, se han formulado sin rigor técnico dado que el Ministerio de Transporte ni siquiera tiene diferenciado y categorizado el segmento de los híbridos, como lo explica José Clopatofsky con suficiencia y conocida sapiencia. Ojalá las autoridades nacionales y locales consultaran a José sobre estos asuntos con más frecuencia, pues los conoce como pocos y sin duda puede proveerles mejor concepto que el de los abogados generalmente mediocres, ignorantes y abusivos del Ministerio de Transporte o de la Secretaría Distrital de Movilidad.
Pasando a otro tema, recibimos con beneplácito la actuación de la Agencia Nacional de Tierras por medio de la cual se restituirán y adjudicarán a legítimos beneficiarios decenas de hectáreas de baldíos que actualmente ocupa el señor expresidente Álvaro Uribe Vélez. Es emocionante leer la descripción de los proyectos que la Agencia de Desarrollo Rural tiene preparados para implementar en estos predios: apicultura, siembra de banano, procesamiento de la materia prima, formación técnica, asociatividad y cooperativismo, entre otros. Un ejemplo más del cambio.
Y continuando con los éxitos del primer gobierno de izquierda, al terminar esta columna nos enteramos de la aprobación, en plenaria de la Cámara, de los primeros artículos de la reforma laboral que pasarán a tercer debate en el Senado. Nuevamente rinden frutos los conocimientos y las capacidades de la ministra responsable del proyecto, la admirada y apreciada Gloria Inés Ramírez. Nuestras felicitaciones para ella y para el gabinete, deseando que les acompañe igual suerte en el resto del trámite legislativo.