Por Alejandra Peña
El asesinato de la líder social en Tierralta, Córdoba, todavía tiene conmocionada e indignada a Colombia.
La madre de cuatro hijos, quien fue asesinada envestida a tiros por unos sicarios que se movilizaban en una motocicleta, denunció varias veces la presencia de paramilitares del Clan del Golfo en la región.
El suceso, que dejó a un país indignado y dolido por la crudeza con la que sucedieron los hechos que quedaron registrados en un video hecho viral en redes sociales, deja una incógnita sobre cuál es el verdadero control que ejercen estos grupos criminales en regiones como Tierralta, ubicada al noroeste de Colombia.
De acuerdo a datos de la Defensoría del Pueblo, esta organización paramilitar tiene un control total sobre esta población, desde problemas familiares hasta permisos para abrir un negocio propio.
El activista y amigo de María del Pilar, Andrés Chica, sostiene que a esta mujer la asesinaron debido a su rol de líder comunitaria, quien tuvo que abandonar sus tierras en la noche del pasado sábado tras recibir amenazas de muerte por denunciar a este grupo armado en los medios de comunicación.
“La fuerza pública no tiene poder en esos territorios frente al paramilitar de la cuadra (…) Todo eso ante la mirada complaciente de las fuerzas administrativas”, denunció Chica ante el medio de comunicación BBC Mundo.
Por su parte, la Defensoría afirma que los paramilitares “actúan como fuerzas de choque, portan armas de corto y largo alcance, radios, viven durante el día de civil o con prendas negras, mientras que en las noches usan uniformes camuflados”.
Los intereses del Clan del Golfo estarían directamente relacionados con territorios de coca, laboratorios de cocaína, rutas de narcotráfico y minería ilegal de oro.
“Los paracos”, como son catalogados en el territorio cordobés, tienen tres niveles de comandancia que reafirma el poder en la región: política, financiera y militar.
Tras la muerte de María del Pilar Hurtado, la Alcaldía de Tierralta sostuvo que incrementarán los operativos de seguridad en la zona y ofrecieron una recompensa para dar con el paradero de los autores de este crimen.