por Ryan MCMORROW
Los exportadores chinos se preparan para otro golpe a su actividad con la entrada en vigor el viernes de nuevos aranceles de Estados Unidos, en el marco de la guerra comercial entre ambas potencias económicas.
Las complejas negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos debían seguir este jueves en Washington.
“Esperamos el resultado de las negociaciones. No podemos nada contra Trump si decidió hacer algo” afirma un empleado de una empresa que vende pescado a Estados Unidos.
La compañía, Tongwei Hainan Aquatic Products, está especializada en la crianza de tilapia, un pescado muy popular en Estados Unidos, y ya está sufriendo las primeras consecuencias.
“El año pasado los consumidores no podían aceptar precios más elevados, por eso tuvimos que bajar nuestros precios de venta”, declaró el empleado a AFP, asegurando que sus competidores más pequeños quebraron.
El tilapia, apodado “el ave de corral acuática” en la industria agroalimentaria, es fácil de criar. El año pasado el 84% de las importaciones en Estados Unidos de este pescado procedían de China.
Pero los aranceles del 10% que impone la administración Trump afectaron este año a las ventas y las importaciones cayeron a la mitad en enero.
Los nuevos aranceles previstos a partir del viernes serían del 25% para el tilapia.
Tras el anuncio del domingo de Donald Trump de nuevos aranceles, “nuestros compradores suspendieron sus entregas y no hay pedidos”, explica Emily Wang, responsable de otra empresa especializada en este pescado, Hainan Zhongyi Frozen Food.
Estados Unidos representan el 90% de ventas para esta compañía de 300 personas, según la responsable, y las entregas que salieron esta semana no llegarán antes de que aumenten los aranceles.
“Es así para todo el sector, los clientes están a la defensiva, suspenden los pedidos en curso, no hacen nuevos y suspenden las entregas”, indica Wang.
Las consecuencias afectan a todos los sectores y las exportaciones totales de China a Estados Unidos bajaron un 10% en los primeros cuatro meses de este año, comparado al mismo periodo de 2018.
Los aranceles que imponen desde julio la administración Trump han afectado hasta ahora a productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares anuales, casi la mitad de comercio china en dirección a Estados Unidos.
- Precios a la baja –
Sin embargo, paradójicamente, el precio de los productos importados de China bajó desde septiembre, según el centro de investigación comercial Panjiva.
“En algunos casos, los exportadores chinos bajaron sus precios para compartir la carga del aumento de los aranceles con sus compradores”, indica Christopher Rogers, de Panjiva.
La caída frente al dólar de la moneda china, el yuan, también habría podido ayudar a la caída de precios.
“No sería sorprendente que ocurra el mismo fenómeno si los aranceles pasan a 25% sobre 200.000 millones de dólares de productos”, añade el experto.
El responsable de una empresa que fabrica puertas de madera en el noreste de China, tuvo que compartir mitad y mitad con sus clientes el 10% suplementario de aranceles de entrada a Estados Unidos.
Pero si suben al 25% no podrá sobrevivir.
“Si bajamos todavía los precios no tendremos margen”, indica el responsable, quien solamente se identifica por su nombre Sun.
“Nuestros pedidos se hundirán pero no quebraremos. Siempre tendremos clientes en otros países como Japón y Francia. Pero tendremos que despedir a gente”, agregó.
Para evitar los aranceles estadounidenses, su compañía acaba de alquilar un terreno en Indonesia para abrir una segunda planta que empezará a producir a finales de año y cuyos productos no tendrán que pagar esos aranceles.
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