La politización de la marcha por parte de algunos voceros uribistas, logró dividir a la oposición al gobierno de Iván Duque, entre aquellos que saldrían a marchar y quiénes no, al considerar que esta era una estratagema política para fortalecer la confrontación armada. El líder de la Colombian Humana, Gustavo Petro, anunció las razones por las cuales no participaría en la misma.
Por Diana Otavo
@dianamotavo
Luego del atentado del ELN contra la Policía Nacional —que dejó veintiún uniformados muertos—, ocurrido el pasado 17 de enero en la Escuela de Cadetes General Santander, el director de la emisora W Radio, Julio Sánchez Cristo, promovió una movilización pacífica y sin tintes políticos con el propósito de rechazar el acto terrorista.
Esta propuesta fue recogida, de inmediato, por el presidente Iván Duque y el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quienes bautizaron la movilización como: “Colombia unida en contra del terrorismo”, denominación que rápidamente se volvió tendencia en Twitter, con la etiqueta #TodosContraElTerrorismo.
Curiosamente, para algunos sectores políticos, la marcha dejó tener como objetivo la conmemoración de las víctimas del atentado y pasó a ser utilizada como la defensa personal y promoción de las ideas del líder del Centro Democrático Álvaro Uribe Vélez, lo que generó distintos mensajes que estigmatizaban a quienes se oponen o critican los planteamientos del uribismo, como lo demuestran los mensajes enviados por la senadora María del Rosario Guerra y la activista uribista Claudia Bustamante.
Lo que criticaba la senadora uribista es que el día del atentado se había convocado a marchar en contra de la violación de derechos humanos por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, grupo de la policía que recientemente ha sido cuestionado por utilizar la violencia y no la fuerza para mitigar los efectos de las marchas estudiantiles que le pedían al gobierno de Iván Duque aumentar los recursos que se destinan para la universidad pública. Esto generó distintas críticas por la forma en que los líderes del partido de gobierno quería mezclar peras con manzanas.
Entre tanto, otros personajes influyentes en redes sociales convertían el rechazo del atento en una defensa de Álvaro Uribe, a quien la justicia investiga por conformación de grupos paramilitares y manipulación de testigos para afectar la honra de opositores politicos.
La politización de la marcha por parte de algunos voceros uribistas, logró dividir a la oposición al gobierno de Iván Duque, entre aquellos que saldrían a marchar y quiénes no, al considerar que esta era una estratagema política para fortalecer la confrontación armada. El líder de la Colombia Humana, Gustavo Petro, anunció las razones por las cuales no participaría en la misma.
El uribismo impuso el discurso antes de la marcha
Desde que el expresidente Uribe dejó la Presidencia en 2010, las redes sociales han sido claves para el uribismo, tanto para promover a su doctrina, como para estigmatizar a quienes hacen oposición o control político a sus propuestas, aquí no se salva nadie.
Los ejemplos son claros: El primer caso es un el trino de Juan Esteban de la Calle, un ex candidato al Concejo de Envigado de ese partido, quien en 2016 le pidió a la guerrilla del ELN que asesinara al entonces Presidente Juan Manuel Santos, una vez se vio descubierto, borró el trino y pidió disculpas.
Créditos: Noticias Uno (14 de febrero de 2016).
El segundo, es un trino del senador Álvaro Uribe, quien el 14 de julio de 2017, llamó “violador de niños” al columnista de Revista Semana, Daniel Samper Ospina y por el cual tuvo que retractarse por orden de un juez de la República.
Recientemente se presentó el caso de la directora del Centro Democrático. El pasado 25 de enero, se impulsó una tendencia en Twitter con el numeral #NoOigoLaW, desde donde se enviaron comentarios difamando a la periodista Vicky Dávila y Gustavo Petro. Aunque el partido señaló como autor a Juan Camilo Montoya, supuesto community manager de Nubia Stella Martínez, solamente ofrecieron excusas a la periodista pero no al líder de la oposición a quien llamaron “rata”.
Citar fotos: “Mensajes difamatorios escritos por el joven Juan Camilo Montoya en la cuenta de la directora del Centro Democrático”
Finalmente, horas antes de la movilización del pasado 20 de enero, desde la cuenta del Representante a la Cámara, Oscar Darío Pérez, también del Centro Democrático, aparece el primer trino con el numeral #UribeColombiaEstáContigo, que el Uribismo, impulsó como tendencia el día en el que se debía conmemorar la muerte de veintiún jóvenes policías asesinados.
Dentro del trino de Pérez, se puede ver un vídeo que inicia con la frase: “A muchos colombianos se les olvida que éramos un país inviable hasta que llegó el Presidente Uribe” y en el que se alaban los resultados de la seguridad democrática.
Ver Vídeo: https://twitter.com/oscardarioperez/status/1086795366991872000?s=20)
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Al representante Pérez, lo siguieron otros líderes de Centro Democrático, dentro de los que se encuentran los representantes Juan David Vélez y Álvaro Hernán Prada, quien es igualmente investigado por la Corte Suprema por el caso de manipulación de testigos.
Con esta etiqueta como tendencia número uno en Colombia, el uribismo se alistaba para marchar y fue así, como los seguidores de sus filas, salieron “con la ayuda de nuestro presidente Duque” empoderados a las calles del país.
“Plomo es lo que hay”
Aunque la mayoría de las personas que se movilizaron el 20 de enero, lo hicieron de forma pacífica, algunos fanáticos políticos, se encargaron de difundir odio y agredir a quienes marchaban en memoria de las víctimas del atentado que piden una solución negociada al conflicto.
Una de las víctimas de ataques verbales fue el estudiante Julián Rodríguez Sastoque. En principio, la Policía Nacional informó a Rodríguez y a sus compañeros que solo podían ingresar a la Plaza de Bolívar, hasta que el presidente Iván Duque y el alcalde Enrique Peñalosa lo hicieran, por tanto, debieron esperar en la carrera séptima y aguantar por varias horas los insultos y golpes, mientras que las personalidades del Centro Democrático pasaron sin detener a los agresores.
Audio 1: Julián Sastoque
Audio 2: Julian Sastoque
Otras víctimas de estigmatización fueron el ex presidente Juan Manuel Santos, el concejal Hollman Morris y un menor de edad en Medellín llamado Alan Duque, quien fue golpeado y amenazado de muerte por lucir una camiseta que le pedía no apoyar a los guerreristas.
En la capital de Antioquia, aparecieron amenazas de muerte públicas que señalaban de “guerrilleros comunistas” a los estudiantes de la Universidad de Antioquia, que habían participado en la jornada.
Para Julián Rodriguez la esigmatización de la que fue objeto es producto de una estrategia que pretende “apropiarse de ese discurso de volver a la seguridad democrática, donde todo lo que sea oposición es terrorismo y en este caso a nosotros nos veían como terroristas por llevar un mensaje de paz”.
Cuarto de Hora buscó la versión oficial del Centro Democrático sobre los hechos relatados en este informe y hasta esta publicación no respondieron a los llamados.