El pasado 23 de junio, Óscar Iván Zuluaga, excandidato presidencial del Centro Democrático en 2014, presentó una tutela ante el juzgado noveno penal del circuito con función de conocimiento, con el objetivo de anular el principio de oportunidad concedido por la Fiscalía General de la Nación a Daniel García Arizabaleta, exdirector del Invías, quien pasó de ser una figura cercana y defensor de Zuluaga a convertirse en su acusador tras decidir testificar en su contra.
La defensa de Zuluaga argumentó en la tutela que la Fiscalía y el juez 13 de Garantías de Bogotá otorgaron beneficios judiciales a García Arizabaleta basándose en pruebas obtenidas de manera ilegal. Se alegó que no existía identidad de sujetos, bien jurídico, hechos ni procesos entre el caso de García Arizabaleta y el de Zuluaga. Sin embargo, el fallo emitido por el juzgado noveno penal del circuito con función de conocimiento negó la tutela al considerarla improcedente.
La jueza desestimó el argumento presentado por la defensa de Zuluaga y llegó a la conclusión de que la tutela no era el mecanismo adecuado para anular el principio de oportunidad. Se hizo hincapié en que, en caso de que Óscar Iván Zuluaga sea vinculado formalmente al proceso penal mediante la formulación de imputación y sea llamado a juicio, el Código de Procedimiento Penal contempla los escenarios en los que se puede impugnar una prueba por “vicios de legalidad”.
Aunque la negación de la tutela representa un obstáculo en el intento de Zuluaga de anular el principio de oportunidad de García Arizabaleta, es importante destacar que el proceso judicial aún está en curso y el uribismo sigue moviendo sus fichas para defender la supuesta inocencia no solo de óscar Iván Zuluaga sino también de su padrino político, el expresidente, Álvaro Uribe Velez.