En la escalofriante historia de los tres jóvenes asesinados, presuntamente por un coronel de la Policía, hay un nuevo protagonista quien ha realizado una grave denuncia que sigue involucrando a miembros de la fuerza pública. Se trata de Juan Camilo Ibáñez, hermano de Carlos Alberto Ibáñez, uno de los muchachos asesinados.
De acuerdo con el relato del jóven en Noticias Caracol, cuando le informaron que su hermano estaba detenido en el cruce que une las vías a Chochó, Corozal, Sampués y Sincelejo, él fue abordado por integrantes de la Policía que lo amenazaron de asesinarlo y violarlo.
Ibáñez cuenta que los uniformados le preguntaban si él era cómplice de los jóvenes detenidos, que fueron señalados de ser integrantes del Clan del Golfo y responsables del asesinato de un policía minutos antes de la captura.
“me cogen por el buzo y me estaban ahorcando. A mí me llevaban tres. Me estaban ahorcando. Yo lo único que decía era ‘suéltenme que me están ahorcando’”, cuenta el joven
Mientras un grupo de policías se llevaba a los tres jóvenes que luego aparecieron sin vida, Juan Camilo se quedó con un grupo de policías de la Sijín, quienes, según él, también lo golpearon. “Me entregan a ellos. Ya cuando me entregan a ellos, el muchacho me coge por el brazo y me dijo: ‘Súbete al carro’. Yo me subí al carro. Cuando me estoy subiendo al carro me pegan una trompada por la cabeza”.
El muchacho fue llevado a su casa, según cuenta, donde los funcionarios destruyeron varias pertenencias, luego fue trasladado a una zona apartada y obligado a arrodillarse.
“Me dejaron solo dentro del carro y acá afuera hablaban de que me querían matar, que me querían matar. ‘Vamos a matar a esa gonorrea’. Yo les decía: ‘Pero por qué me quieren matar si no estoy haciendo nada malo (…) Cuando me estaban bajando (del carro), me jalaron por el suéter, por las manos, me echaron al piso enseguida. Cuando me tiraron al piso, me quitan el pantalón y me dejaron en bóxer (…) Vamos a violar a ese hijueputa pelado. Vamos a violar a esa gonorrea’, me decían”, puntualizó.
Según relató, uno de los Policías le dijo que tenía dos segundos para huir: “Yo voy corriendo con el dolor, yo no podía correr de tanto golpe. Iba caminando y corriendo hasta que llegué a una finca y me metí en la finca, donde está el corral, pum caí en el piso, no podía ni pararme”, señaló.