La Sala de Reconocimiento de la JEP imputó a 10 exintegrantes del Ejército por crímenes perpetrados en los municipios de Dabeiba e Ituango, Antioquia, entre los años 2002-2006, entre los cuales hay 3 coroneles, 3 mayores, 3 suboficiales y un soldado.
La decisión de la sala plena se da tras la “confesión espontánea” de los comparecientes ante la JEP que asumiendo un compromiso con la verdad y las víctimas, decidieron confesar “la comisión de delitos por los cuales jamás habían sido investigados e involucraron a máximos responsables, quienes tampoco habían sido judicializados”.
Entre dichos comparecientes se encontraban miembros del BCG-26 Arhuacos, agregados a la cuarta Brigada del Ejército Nacional, comandada por el General Mario Montoya Uribe, implicados en el asesinato fuera de combate y desaparición forzada del joven Edison Lexander Lezcano.
En los relatos de los comparecientes sobre las dinámicas del conflicto armado en el cañón de La Llorona y Dabeiba, se hallaron “profundas coincidencias” con los relatos de los comparecientes de las extintas FARC-EP, así como los entregados por David Antonio Úsuga, alias Otoniel.
La JEP encontró patrones criminales asociados a cuatro (4) batallones en 1997 y en 2006, los cuales también comprometen a miembros de la Policía Nacional, pero que no fueron incluídos en la imputación
Además de las imputaciones, la Sala de Reconocimiento remitió a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas a un Coronel, dos capitanes, dos sargentos, once soldados profesionales y un intendente de la Policía Nacional. Lo anterior por su involucramiento en los asesinatos y desapariciones forzadas perpetradas en los cementerios de Dabeiba, Ituango y Carepa.