lunes, diciembre 9

JEP imputó al general Mario Montoya por falsos positivos en Antioquia

En un giro significativo, la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha tomado la determinante medida de imputar cargos relacionados con los falsos positivos en el departamento de Antioquia. En este escenario, el general (r) Mario Montoya, en su papel previo como comandante de la Cuarta Brigada, ha sido señalado como uno de los actores clave en este oscuro episodio que tuvo lugar durante los años 2002 y 2003, cuando lideró la mencionada Brigada.

Este trascendental paso es resultado de un minucioso análisis que coloca al general (r) Mario Montoya en el centro de la responsabilidad por el fenómeno criminal de los falsos positivos. En ese periodo, su liderazgo en la Brigada lo sitúa como uno de los máximos responsables, según la Sala de la JEP.

Pero Montoya no está solo en este proceso. La JEP también tiene en la mira a otros altos mandos que estuvieron involucrados en esta trama perturbadora. Excomandantes de batallones que operaban bajo la Cuarta Brigada, como el Batallón Pedro Justo Berrío, Batallón BAJES y Batallón Juan del Corral, enfrentarán imputaciones similares por su presunta participación en estos acontecimientos lamentables.

El general (r) Mario Montoya, en el epicentro de estas acusaciones, no solo está siendo señalado por la Sala de la JEP, sino que también se ha encontrado un eco considerable en las declaraciones de sus subalternos. Múltiples testimonios de quienes trabajaron con él en Antioquia han arrojado luz sobre su presunta implicación en la exigencia de “carrotanques de sangre” y en comentarios controvertidos que insinuaban la ubicación de objetivos en “taxis”.

Esta imputación marca un punto crucial en el proceso de esclarecimiento de los falsos positivos en Colombia, destacando la importancia de la justicia transicional para arrojar luz sobre actos atroces del pasado. El papel central de figuras de alto rango como el general (r) Mario Montoya pone de relieve la necesidad de que los máximos responsables rindan cuentas por sus acciones, en aras de la verdad, la justicia y la reconciliación en el país.

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