En la últimas horas dos columnas de las extintas Fuerzas Revolucionarias de Colombia (Farc) que operaban en el norte del Cauca y sur del Valle fueron imputadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) acusados de crímenes de guerra y de lesa humanidad, entre ellos se les señala por el reclutamiento de niños y niñas como una estrategia político- militar usada por esta guerrilla.
El tribunal de paz dio a conocer los resultados de la investigación, los cuales se determinaron cinco delitos de lesa humanidad, entre los que se destaca la persecución “de manera sistemática y generalizada a los pueblos indígenas, afrocolombianos y las comunidades campesinas” de 17 municipios de las zonas priorizadas, a su vez, se determinaron 7 crímenes de guerra, se les atribuyó por primera vez la utilización, alistamiento o reclutamiento de niños o niñas, así como la destrucción de medio ambiente.
Siguiendo el registro de documento, estos hechos habrían ocurrido en el marco del conflicto armado en Colombia entre 1990 y 2001, el auto destaca que el reclutamiento fue una estrategia político-militar de la organización armada y las regiones que se vieron más afectadas fueron norte del Cauca y sur del Valle.
Por su parte, el tribunal de paz tiene registro de 231 niños y niñas que fueron reclutados en los municipios priorizados fueron reclutados en los municipios priorizados, 280 de estos casos se presentaron en el Cauca y 41 en el Valle; otra de las revelaciones es que 214 eran niños (66%) y 101 eran niñas (31%).
Esta imputación se dio en en caso 05 en el que se prioriza la situación social en esos departamentos, se emitió el primer Auto de Determinación de Hechos y Conductas en contra de 10 de los comandantes de las columnas móviles Jacobo Arenas y Gabriel Galvis, que hacían parte del antiguo Bloque Occidental de las Farc.