jueves, octubre 10

Irak, un país atrapado entre el fuego cruzado de Estados Unidos e Irán

Por Ali CHOUKEIR / AFP

Después de décadas de conflictos en su territorio, Irak se encuentra ahora en medio del fuego cruzado que mantienen Estados Unidos e Irán.

Tras la retirada unilateral de Estados Unidos hace un año del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní y el restablecimiento de sanciones económicas contra Irán, la tensión aumenta entre Washington y Teherán, ambos aliados de Bagdad.

Los Guardianes de la Revolución, ejército de élite iraní, fueron incluidos en la lista estadounidense de organizaciones “terroristas”, y el refuerzo a principios de mayo de la presencia militar estadounidense en Oriente Medio por supuestas “amenazas” de Irán, envenenaron aún más la situación, al punto de hacer temer por una confrontación armada.

Irán, a través de grupos pertenecientes a las fuerzas paramilitares iraquíes de Hashd al Shaabi, desempeñó un importante rol en la victoria de Bagdad sobre el grupo yihadista Estado Islámico (EI). La aviación militar estadounidense también fue clave en esta victoria.

Además, Irak depende en parte de Irán para el suministro de gas y electricidad, y Washington le pide que diversifique sus proveedores.

Pero, aunque las amenazas e invectivas aumentan entre Washington y Teherán, ambas capitales afirman que no quieren la guerra.

No obstante, el lanzamiento de un cohete, el domingo, contra la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra entre otros la embajada estadounidense, demuestra que “alguien intenta empujar a Teherán y Washington a una confrontación” en Irak, considera el analista político iraquí Essam Al Fili.

“Hay alguien que quiere combatir contra Irán utilizando otras armas que no son las suyas, y quien quiere hacer lo mismo contra Estados Unidos”, afirmó a la AFP.

El disparo contra la Zona Verde, no reivindicado, tuvo lugar días después de que Washington retirara a sus diplomáticos no esenciales de Irak. Estados Unidos argumentó que los grupos armados iraquíes pro-iraníes representan una amenaza “inminente” para ese personal.

Sin embargo, varios grupos de Hashd al Shaabi han negado tener cualquier vínculo con este disparo.

El líder del grupo Asaib Ahl al Haq, Qais al Jazali, ve en esto “un interés israelí”. Hadi al Ameri, jefe de la muy poderosa organización pro-iraní Badr, señaló que “las partes en conflicto” no quieren “la guerra”, y el Hezbolá iraquí destacó que el disparo fue “injustificado”.

– No sería un “paseo militar” -Para el politólogo Karim Bitar, “la retórica incendiaria de las últimas semanas sirve directamente a los intereses del ala dura del régimen iraní, al tiempo que complace a Arabia Saudita e Israel, decididos a ajustar viejas cuentas con Teherán”.

Pero, Estados Unidos e Irán “saben muy bien que esta guerra no puede ser ganada y que sería devastadora para ambos países”, añade.

“Hay tantas cosas en juego que los (grupos pro-iraníes de Irak) no pueden actuar sin el consentimiento explícito de Soleimani y los Guardianes”, dice en alusión a Ghassem Soleimani, encargado de operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución.

Irán acusa a los aliados regionales de Washington, sobre todo a Arabia Saudita, su principal adversario en Oriente Medio, de presionar a la administración Trump para que asuma una línea dura contra el país.

Para los expertos, un enfrentamiento podría traducirse en ataques limitados o en una guerra de desgaste.

“No habrá una guerra directa, Estados Unidos apuesta por un colapso de la economía (iraní), que podría ser acompañado por ataques aéreos puntuales en Irán”, según el politólogo iraquí Hicham al Hashemi.

Estados Unidos podría también “solicitar a la fuerza aérea israelí que ataque a los aliados de Irán en Siria, Líbano e Irak”, añade, en referencia al Hezbolá libanés y grupos chiitas apoyados por Irán en Siria e Irak.

Israel ha atacado las posiciones del Hezbolá en Siria, donde éste lucha junto al régimen y afirma haber apuntado incluso contra posiciones de las fuerzas iraníes en este país.

Irak paga “el precio” de la creciente animosidad entre Irán y Estados Unidos, señala Fanar Haddad, analista del Centro para Oriente Medio de la Universidad de Singapur. Y esto lo ubica “en primera línea del frente en cualquier futuro conflicto entre ambos países, una posición muy poco envidiable”.

Los estadounidenses “saben muy bien” que un ataque contra Irán haría ver las guerras en Afganistán, Irak y Libia como simples paseos militares”, advierte Bitar.

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