Por: Diana Otavo
En la última semana, Bogotá ha sido testigo de dos episodios de homofobia y ataque frente a parejas de la comunidad LGBTI, el primero en un establecimiento de comidas rápidas, donde una mujer insultó a una pareja que se encontraba esperando su pedido y el segundo, en el Centro Comercial Andino, donde un hombre identificado como Pedro Costa, presuntamente insultó y calumnió a una pareja gay que se abrazaba en las instalaciones.
Casualmente en ninguno de los casos, la Policía Nacional ha aplicado las sanciones contra los presuntos agresores, establecidas en el artículo 134A del Código Penal, donde se afirma: “El que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual, discapacidad y demás razones de discriminación, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes.”
Por el contrario, en el caso del Centro Comercial Andino, los miembros de la Policía que acudieron al lugar, interpusieron comparendos a la pareja insultada, por supuestamente cometer actos obscenos, sin detenerse a ver la grabación de lo sucedido. Ahora las víctimas piden a las autoridades que retiren las multas, revisen las cámaras del Centro Comercial y sancionen al verdadero responsable del acto de discriminación.
Ante el escándalo, la Policía Nacional emitió un comunicado donde explica: “Se inició una indagación interna para establecer si la acción adelantada por los uniformados que recibieron el llamado de la ciudadanía estuvo ajustada a los procedimientos de acuerdo al Código Nacional de Policía. Es importante aclarar que, la Policía de Bogotá es garante de los derechos de todos ciudadanos, sin importar su orientación sexual, sexo, raza o color de piel”. Sin embargo surge la pregunta: ¿Los policías de la capital están capacitados para defender a la comunidad LGBTI y pueden evitar que sus acciones sean guiadas por estereotipos de género?.
En las últimas horas, el Centro Comercial se pronunció sobre lo sucedido en sus instalaciones afirmando que rechazan cualquier acto de discriminación cometido en contra de sus clientes.