Este jueves se conoció una contundente carta que el gerente del Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, redactó expresando serias preocupaciones sobre el progreso de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB). En la misiva Narváez destacó la falta de eficiencia en el desarrollo del proyecto, señalando desviaciones y deficiencias en la gestión del concesionario que podrían poner en riesgo los resultados del proyecto.
En particular, Narváez solicitó al consorcio chino justificar su selección basada en su experiencia en proyectos similares y la necesidad de ver resultados tangibles en la gestión de la PLM.
A su vez el funcionario subrayó preocupaciones específicas, como retrasos en el traslado de redes, permisos y ejecución deficiente en obras como el viaducto y el intercambiador de la Calle 72 con Avenida Caracas, lo que aumenta el riesgo de incumplimiento de plazos y objetivos del proyecto.
Cabe destacar que estas irregularidades ya habían sido denunciadas meses atrás desde el Concejo de Bogotá por concejales como Ana Teresa Bernal, quien a mediados de octubre de 2022 citó a un debate de control político en el que advirtió los preocupantes retrasos que presentaba la megaobra en la capital.
Dentro de las denuncias realizadas por la concejala se revelaba la lentitud en la ejecución de proyectos como la Troncal Alimentadora del Metro en la Avenida Caracas y la Troncal Alimentadora en la Avenida 68, que han experimentado avances de obra significativamente menores de lo esperado en un período de varios años.
Además de la Troncal Alimentadora del Metro, Extensión Caracas, contratada en 2019, con un avance de solo al 56.52% en cuatro años para construir 4.2 Km de troncal, lo cual es considerado inaceptable. En su momento Bernal cuestionó al Director del IDU sobre estas demoras y su relación con el cronograma del metro y además expresó su preocupación sobre la aparente discrepancia entre este avance y la estimación del Gerente del metro de completar la megaobra en solo 5 años.
Otra de las voces que advertía la precariedad de los avances de la primera línea del metro fue la de Gustavo Bolívar, entonces candidato a la alcaldía de Bogotá, quien en diferentes debates y comunicados a la opinión pública denunció hechos de corrupción y la gravedad de adelantar el proyecto sin los estudios aprobados por las entidades competentes.
No obstante, la obra continúo con el apoyo férreo de la entonces alcaldesa Claudia López y su sucesor, Carlos Fernando Galán, quien en cuanto se posesionó ratificó a Leonidas Narváez como gerente del Metro de Bogotá, el mismo que había sido designado por López y quien no ha logrado un avance significativo de la megaobra.