El asesinato del líder liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, cometido el 18 de agosto de 1989, partió la historia política de Colombia, que sigue lamentando ese crimen atribuido por las autoridades a una oscura alianza entre agentes del Estado y el narcotráfico.
Con su verbo fácil y conocimiento de la realidad del país, Galán se atrevió a denunciar en la plaza pública y en el Congreso colombiano la descarada infiltración de las mafias del narcotráfico en la política y en la sociedad de un país sacudido en esa época por una cadena de actos violentos que hoy todavía se recuerdan con horror por la sevicia con la que se cometieron.
El carismático líder de 45 años fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en plena campaña a la Presidencia en la plaza principal de Soacha, un municipio aledaño a Bogotá en donde se erige hoy una estatua suya con el puño derecho en alto.
Pocos segundos después de que subió a una improvisada tarima hecha de tablas, los asesinos, que estaban mezclados con la gente que seguía al político, accionaron las armas que terminarían segando la vida del que era en ese momento el favorito para ganar las elecciones para convertirse en presidente de Colombia para el período 1990-1994.
“Creo que hoy en día 30 años después de la muerte de Luis Carlos Galán su mensaje sigue vivo”, dijo a Efe Claudio, uno de los tres hijos del líder político asesinado.
Y es que Galán, que fue un lector voraz, especialmente de temas políticos y de economía, hiló su mensaje llevando la voz de los más necesitados y de los territorios más alejados, allá a donde el Estado no llegaba.
La gente veía en Galán a un hombre diáfano que era capaz de levantar la voz para criticar la corrupción que carcomía al Estado, especialmente para fustigar a quienes quebrantaban los valores éticos y morales.
“Todo su trabajo, lo que le dijo al país, lo que le propuso al país, lo que intentó sacar adelante para este país sigue siendo muy importante viendo la realidad actual de Colombia“, aseguró Galán hijo, quien dice que “a Colombia le hizo, le hace y le hará falta una figura” como la de su padre, que encarnó valores en lo político, en lo social y en otros campos.
Luego del asesinato de Galán también corrieron la misma suerte los candidatos presidenciales Bernardo Jaramillo Ossa, del partido de izquierda Unión Patriótica, el 22 de marzo de 1990, y Carlos Pizarro León-Gómez, del desmovilizado grupo guerrillero M-19, el 26 de abril del mismo año.
La vena política de Galán la siguieron sus hijos Juan Manuel, que ha sido senador, y Carlos Fernando, que también ha sido congresista y es actualmente candidato a la Alcaldía de Bogotá.
En opinión de Claudio, en este momento el pensamiento político de su padre está presente en varios grupos que se inspiran en el dirigente liberal asesinado.
“Luis Carlos Galán inspiró a toda una generación que ve en el ejercicio de la política una forma de servicio al país que permite cambios de los cuales todos debemos ser partícipes”, afirmó.
Por su lado, el exministro del Interior Juan Fernando Cristo, de origen Liberal, recordó a Galán como uno de los políticos más importantes del país porque fundó el movimiento Nuevo Liberalismo al no encontrar respuesta en su partido, el Liberal, a los cambios que buscaba en la forma y los fines de hacer política.
“Creo que es un crimen que realmente marcó la historia de esas generaciones de Colombia, que siempre lo hemos tenido como una guía de lo que debe ser el servicio público y el ejercicio transparente de la política”, aseguró Cristo.
El político dijo a Efe que las luchas de Galán siguen todavía vigentes, especialmente en lo que tiene que ver con lo social y la lucha contra la corrupción.
“Creo que hay unos elementos para ser optimistas y me parece que las ideas y las luchas de Luis Carlos Galán de alguna manera orientaron muchas de las decisiones de los Gobiernos que durante estos 30 años han estado en Colombia y que han permitido que nuestro país avance”, sentenció Cristo.
Entre tanto, el también exministro Guillermo Rivera aseguró que Colombia sigue lamentando que todavía no se haya logrado establecer “la totalidad de los responsables de ese crimen”.
Por el asesinato de Galán han sido condenados el exsenador y exministro Alberto Santofimio Botero quien, según se comprobó, instigó a Pablo Escobar Gaviria, jefe del Cartel de Medellín, a asesinar al entonces candidato presidencial, que pregonó la necesidad de buscar una mayor democracia, de encontrar la paz y la justicia social.
También fue condenado a 30 años de cárcel el exdirector de la policía secreta de Colombia Miguel Maza Márquez, quien debilitó el esquema de seguridad de Galán, en ese entonces el hombre más amenazado del país.