Luego de varios días de polémica por las millonarias compras realizadas por el Dapre para amoblar la casa de Nariño y la casa Francia Márquez, la vicepresidenta se refirió a los hechos y habló sobre las condiciones que enfrentan las mujeres que trabajan en el servicio doméstico.
En una entrevista para el noticiero de RTVC, la vicepresidenta se refirió a las compras que se dieron desde el Departamento Administrativo de la Presidencia, encabezado por Mauricio Lizcano, mediante la plataforma Colombia Compra Eficiente.
Según contó la también lideresa, la solicitud de implementos para el hogar se dio por parte de las cabezas del gobierno nacional, esto porque “Nos dijeron que podíamos solicitar cosas para dotar la casa, que las casas tienen que estar muy bien porque a veces vienen visitas internacionales y es la imagen del país cada una de estas casas”
En ese sentido contó que muchos de los productos que ella solicitó eran para ayudar a las empleadas de servicio doméstico dado que ella entendía, por experiencia propia, las limitaciones que tienen quienes se dedican a esta importante labor. No obstante, aseguró que le llegaron elementos que jamás pidió.
“Lo primero que yo fui a mirar en esta casa para definir qué íbamos a solicitar, uno fue la habitación de las mujeres que trabajan aquí. Yo fui empleada del servicio doméstico y para mí era una humillación tener una camita chiquita donde uno no se puede ni voltear”, expresó
A su vez agregó que hizo “la solicitud de tres camas más grandes donde estas mujeres que trabajan todo el día para mantener toda la instalación limpia, para darnos de comer, tuvieran un lugar dónde ir a descansar de manera adecuada”.
Sobre uno de los temas que más han sido criticados por la opinión pública, la compra de cobijas con plumas de gansos, Márquez expresó: “Yo no me enfoqué en hacer pedidos de cosas gigantes, como dicen, ni tampoco los plumones de las plumas de los gansos. Yo soy ambientalista así que me da hasta risa”.