Nuevo escándalo de corrupción se destapa en el país. En una publicación de la revista Semana, la periodista Vicky Dávila, presentó un informe detallado de sobornos similares a Odebrecht que involucran a la multinacional Cemex y al gobierno de Juan Manuel Santos.
Al parecer la cementera mexicana, giró la suma de 2.100 millones de pesos, a los partidos Cambio Radical, Partido de la U y el Partido Liberal para financiar la reelección de Juan Manuel santos, con el fin de tener beneficios contractuales mediante el programa de viviendas de interés social, liderado por el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras.
Este escándalo de corrupción evidencia una sistematicidad en la degradación de la democracia colombiana, pues tal como lo reseña la Misión de Observación Electoral -MOE- en su estudio titulado Democracias Empeñadas: “en Colombia donar a campañas políticas es uno de los mejores negocios legales que existe (…) dicho apoyo se desvirtúa y se convierte en una herramienta que termina corrompiendo el sistema político y electoral”. En el mismo estudio, la MOE demostró que donar a una campaña tiene retornos más altos que invertir en el mercado hipotecario, en CDT´s o en Bitcoins, logrando la increíble rentabilidad del 3. 741%, cifra que se asemeja a la utilidad que generan negocios de naturaleza ilegal.
Cabe recordar que la bancada alternativa en el congreso, presentó una iniciativa de reforma política que incluía, entre otras, la prohibición de la financiación privada a campañas electorales y que éste proyecto fue negado de manera aplastante por las bancadas de los partidos tradicionales.
La columna de Dávila que apenas revela dos capítulos de lo que parece ser un gran entramado de corrupción, prende las alarmas en este año electoral en el que algunos financiadores pondrán exuberantes cantidades de dinero en campañas políticas, esperando obtener millonarias utilidades proveniente de recursos públicos, lo cual es un factor clave para profundizar la inequidad.