Este martes 31 de enero se vivió una histórica audiencia en la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lugar en donde el Estado colombiano reconoció su responsabilidad internacional y total en la primera audiencia sobre caso de desaparición forzada en la Comuna 13 de Medellín o más conocido como Operación Orión.
La Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, pidió perdón y reconoció su responsabilidad internacional por la desaparición forzada de Arles Édison Guzmán Medina, la cual ocurrió en Medellín el 30 de noviembre de 2002.
La desaparición de Guzmán sucedió un mes después de la Operación Orión, perpetrada entre el 16 y 17 de octubre de 2002 por cerca de 1.000 hombres armados, en el marco de una política denominada “seguridad democrática” impulsada por el entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez.
A si las cosas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos determinó en su informe No. 58/19 que esta se trató de una desaparición forzada, alegando que a la fecha indicada, el señor Guzmán fue sacado de la pollería que atendía con su esposa, por dos personas identificadas como paramilitares, para supuestamente responder preguntas de un comandante.
En el marco de la audiencia pública, se conoció que la esposa y el primo de Guzmán Medina, buscaron a las autoridades para poner la denuncia por lo ocurrido, pero nunca encontraron respuestas, ellos manifestaron a la Policía y a la Fiscalía que más personas estarían desaparecidas pero ellos nunca actuaron para buscarlos.
Por su parte, la directora general de la Agencia Martha Lucía Zamora Ávila, indicó en su intervención en pleno ante la Corte, que para la época de los hechos existía un contexto probado de relacionamiento entre los agentes del Estado y grupos paramilitares en la fase de consolidación de la Operación Orión, según informó Noticias CM&.
“Hoy el Estado se encuentra aquí para asumir la responsabilidad por haber fallado. Estamos obligados a investigar, juzgar y sancionar estos graves crímenes para que nunca vuelvan a ocurrir”, quien a su vez complementó, que la desaparición de Arles Édison se perpetró en circunstancias que coinciden con el modus operandi que ejecutaba el Bloque Cacique Nutibara.