
Más de 10 días lleva secuestrado el papá del futbolista colombiano Luis Diaz y pese a diferentes comunicados emitidos por el ELN en el que han asegurado una pronta liberación aun sigue en vilo dicho compromiso. Como si esto no fuera suficiente, el mismo grupo armado ha anunciado un paro armado de 72 horas en el Chocó, dos hechos que sin duda ponen en riesgo las negociaciones de paz entre el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero.
En el primer caso la guerrilla del ELN informó el pasado domingo que la liberación del padre del futbolista Luis Díaz aún no ha podido llevarse a cabo debido a la presencia de fuerzas oficiales en la zona, que ha resultado en una “militarización” de la misma. Según expresaron la negativa se ha dado porque “la zona sigue siendo objeto de una presencia militar constante. Se han reportado sobrevuelos, desembarco de tropas, perifoneos, recompensas ofrecidas y una operación de búsqueda intensiva”, lo que podría devenir en “incidentes con las Fuerzas oficiales”, por lo que han pedido garantías para su liberación.
En medio de esta compleja situación, el futbolista ha enviado diferentes mensajes al grupo armado para la liberación de su padre, uno de los que más llamó la atención a nivel internacional fue la simbólica celebración del gol que marcó el pasado domingo en la Premier League con una camiseta con la insignia “Libertad para papá”
La zozobra para los habitantes del Bajo Baudó en el Chocó no es muy diferente luego de que este grupo alzado en armas anunciara un paro armado en el territorio por un plazo de 72 horas, prohibiendo a la población su normal tránsito por esta población.
El alcalde del corregimiento, Ulises Palacios, expresó su preocupación acerca de la insuficiente presencia de fuerzas de seguridad destinadas a salvaguardar la seguridad de los ciudadanos frente a la declaración del paro armado en la región. Señaló que los efectivos de la Policía Nacional solo están desplegados en la zona urbana del municipio, y los miembros del Ejército estuvieron presentes únicamente durante el período electoral debido a las advertencias de alto riesgo electoral por parte de los entes de control.
En este contexto, la comunidad está demandando de manera urgente una mayor presencia de las fuerzas de seguridad pública para garantizar su seguridad.
Estos dos incidentes, que han generado una profunda consternación en el país, representan una flagrante violación del cese al fuego acordado entre el Gobierno y esta guerrilla el 3 de agosto pasado. Además, han inyectado una dosis significativa de tensión en las negociaciones de paz en curso.
El secuestro en particular ha tenido un impacto significativo al socavar la incipiente confianza que ambas partes estaban tratando de construir, al mismo tiempo que ha fortalecido una de las principales críticas que se han formulado contra el Gobierno: su aparente laxitud y tolerancia hacia los grupos armados ilegales con los que busca poner fin al conflicto.