La tala de 34 mil árboles previsto por la Alcaldía de Bogotá, tiene poco respaldo técnico en las intervenciones y puede perjudicar la conservación de los ecosistemas en zonas verdes de Bogotá.
Por Gilberto Valencia
Gilbertopina24
La problemática se da principalmente en las medidas del proceso técnico y social antes de las intervenciones, fase fundamental para la compensación de cada ecosistema que resulta afectado debido a la homogenización de especies que se plantan para reemplazar los árboles talados. Además, quedan expuestas las diferentes especies de aves, insectos y animales que se alimentan, polinizan y refugian en ellos.
El ecólogo experto en ambiente, Juan Caicedo, investiga junto a su esposa la biodiversidad del parque el Virrey, lugar donde residen hace cinco años, tiempo que han dedicado para analizar detalladamente esta zona natural. Los datos encontrados por Ecomunitario son un referente para entender el daño causado a los ecosistemas en Bogotá.
En entrevista para Cuarto De Hora, el ambientalista relató las consecuencias que generan las talas, además advirtió que estos parques son de gran importancia para el entorno turístico y social de las comunidades.
“El Distrito está exagerando y mintiendo abiertamente sobre el tema de riesgos con los árboles, para adelantar talas con cualquier otra razón por toda la ciudad. Lo que vimos acá es que la Secretaria de Ambiente y el Jardín Botánico mintieron sobre el tema de riesgos para talar más de 35.000 árboles”, sostuvo.
El caso del virrey es ilustrativo de sobre manera en la capital, y en particular de la Secretaria de Ambiente de Bogotá y las autoridades del Jardín Botánico de Bogotá, quienes ignoran la alta biodiversidad de ciudad y desconocen conceptos básicos de ecología urbana y violan los derechos fundamentales de participación y acceso a la información de la ciudadanía.
“Cuando hicimos los recorridos con los anteriores encargados del tema, ellos estaban entendiendo la propuesta de la comunidad para incorporar la biodiversidad, y cuando llegaron los nuevos trabajadores un mes después, la descartaron por completo y Laura Mantilla (directora del Jardín Botánico) pasó por alto la propuesta talando 43 individuos de 17 especies, aunque ningún árbol se ha caído en el parque durante este tiempo, la (SDA) y el (JBB) en lo que ellos llaman “un proceso técnico, completo, integral y ejemplar” el distrito los usó para su campaña mediática sobre el riesgo inminente de colapso y que pensaban compensar solo con 2 especies Guayacán de Manizales y Roble, que tienen poca oferta ecológica y ya son muy abundantes en el sector donde se proponían sembrar, queremos diversas especies que enriquezcan la biodiversidad de este corredor ecológico”, agregó el experto.
En más de un año que lleva el conflicto en el parque el Virrey, el distrito no ha presentado argumentos técnicos para descalificar las propuestas de la asociación, además sostienen que: “solo acuden a atacarnos llamándolos pseudo-ambientalistas, clasistas, antipeñalosistas o simplemente obstruccionistas”.
Las talas en las localidades de Suba, Usaquén, Fontibón y Engativá, según información entregada por el Distrito, se hacen para evitar emergencias por la caída de árboles enfermos y para la posterior implementación de proyectos paisajísticos, como lo relata María Fernanda Rojas, concejal del Partido Verde, en su columna de opinión en el portal Kien y Ke.
El grupo Ecomunitario afirmó que: “el jardín botánico pidió 155 talas para un nuevo diseño paisajístico en el Virrey, en los terrenos comprendidos entre la carrera 15 y la Autopista Norte, únicamente con el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación, Personería de Bogotá y de la Veeduría Distrital, logramos incidir a tiempo y evitar un mayor impacto ecológico”.
Es un propósito de Juan y su esposa, informar y alertar a la ciudadanía sobre la tala de árboles de diferentes tamaños y propósitos ecológicos en el parque el Virrey que mantienen la conservación del ecosistema en el que han identificado 125 especies de aves, 11 tipos de abejas nativas, 30 clases de mariposas, entre otros. Estos agentes dan funcionalidad a la biodiversidad, misma que se pretende incorporar a través de Ecomunitario en las licitaciones de la Alcaldía.
Finalmente añadieron que: “El capital de este país mega biodiverso no puede seguir ignorando la legislación internacional, nacional y distrital que busca conservar nuestro patrimonio ecológico. Desafortunadamente la administración de Enrique Peñalosa está empeñada en hacer exactamente eso”.
En contradicción a las acciones del Distrito, se han realizado propuestas para fomentar el aviturismo en la capital, sin embargo, la falta de soporte científico para la tala puede significar la ausencia de cientos de especies de aves que hoy residen en este tipo de arborizaciones.
Según información entregada por el Jardín Botánico de Bogotá los proyectos paisajísticos son 26, hay proyectos en la carrera 9, calle 116, Bosque Popular, transversal 42, calle 19, calle 13, parques Berlín, Pontevedra, Mirandela y Pradera Sur y, finalmente, el ya mencionado a lo largo de la Carrera 30.
La administración de Enrique Peñalosa ha autorizado más de 34 mil talas en Bogotá, 11.394 han sido ejecutadas, que han dejado $3.068.211.596 en contratos a terceros, pero se estima un gasto de $17.361.966.490 derribando árboles.