Ecuador celebra este domingo una decisiva jornada electoral de la segunda vuelta presidencial marcada por la polarización, el recrudecimiento de la pandemia en el país y la crisis económica. Más de 13.000.000 ecuatorianos están habilitados para elegir el nuevo mandatario de este país sudamericano.
En el balotaje presidencial, se medirán Andrés Arauz, de Unión por la Esperanza, candidato del expresidente Rafael Correa, y el centroderechista Guillermo Lasso, de Creando Oportunidades, que se postula por tercera vez a la Presidencia.
Dos propuesta para Ecuador totalmente opuestas en casi todos los campos, que buscarán suceder al impopular gobierno de Lenín Moreno, que deja al país con una profunda crisis económica y sanitaria.
Aunque los sondeos anticipan un empate técnico entre dos los candidatos. Un posible triunfo de Arauz supondrá la vuelta del correísmo al poder. Mientras que la victoria de Lasso colocará en el poder a un hombre de ideas liberales que cuenta con el apoyo de las élites del poder.
La jornada electoral contará con la participación de casi 300 observadores internacionales, acreditados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), entidad que ordenó cerrar colegios electorales a las cinco de la tarde.
A diferencia de la primera vuelta, el Consejo Nacional Electoral no dará resultados parciales ni de conteo rápido, una herramienta que toma una muestra representativa y anticipa tendencias.
Hacía las diez de la noche de este domingo, el CNE esperar tener una tendencia clara sobre quien será el nuevo presidente que tomará las riendas de este país sudamericano.