domingo, noviembre 3

El obispo director de la Policía

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Los carruseles son la fantasía de niños en todo el mundo que quieren sentirse dominando un jamelgo. En Colombia son sinónimo de rosca, política, burocracia y contratos amarrados.

El tema que está de moda es si rezar es bueno para la salud o no. Hay quienes afirman que es bueno para el alma, pero en exceso es malo pues se torna en una disciplina. Justamente eso es lo que está pasando en la Policía Nacional tras la designación de Henry Sanabria como director, quien ha resuelto castigar a los indisciplinados ya no con vuelta al alojamiento, carrera marsino con la imposición de viacrucis y rosarios.

Dicen las malas lenguas que el señor pretende modificar el escalafón de la institución para que en lugar de generales haya cardenales, obispos en reemplazo de coroneles, arzobispos en cambio de mayores y diáconos que sustituirán a capitanes y oficiales. El primer paso de esta empresa sería la reforma al obispado castrense, cuya existencia es de larga data y que hoy no se explica en un país laico. Los enterados se preguntan, ¿por qué diablos va a subvencionarse el funcionamiento de un obispado y la concesión de títulos impropios de una institución policial? Pues esas locuras solo son posibles en este, el país del Sagrado Corazón, como lo llamaban los viejitos.

Lo que sí está probado más allá de duda es que para ocupar cargos en el obispado castrense hay que partir de adentro de las fuerzas militares y viceversa. Los laicos y ateos del país argumentan a su turno que esos cargos son desuetos y representan una intromisión de las fuerzas religiosas en el poder estatal, siendo herencia de un concordato firmado por los godos y aprobado en un país de rezanderos que no conocían la libertad de cultos. El 5 de noviembre, día de la Policía, no se entregarán condecoraciones sino bendiciones y absoluciones a cargo del monseñor Buitrago.

Nuestras observaciones sobre el régimen católico-castrense de la Policía Nacional son confirmadas en la entrevista de Cecilia Orozco Tascón para El Espectador. En ella, la periodista habló con un oficial bajo condición de reserva, quien confirmó la existencia de retiros espirituales ordenados por la comandancia a uniformados y sus parejas, en una suerte de indulgencia plenaria por la fe, que permitía negociar pedacitos de cielo en tiempos preluteranos. Sabemos que los retiros a los cuales van los católicos se conocen como espirituales, mientras que los de la Policía son del servicio. Bajo la égida del general Sanabria, estos los del serviciocorresponden para quienes no asisten a aquellos los del espíritu.

Sorpresa nos llevamos cuando al abrir la revista del Círculo de Lectores encontramos la imagen adusta de quien parece un guerrero romano pero que en realidad es un Zapateiro colombiano. Esta sirve de portada de un libro escrito por el ex-comandante del Ejército Nacional, en el que se le exalta en calidad de héroe y que atiende al único propósito de dejar sus memorias escritas con ego. No sabemos si alguien tendrá el hígado necesario para comprar esta obra, porque el país fue testigo de los desmanes de los pupilos de Zapateiro, entre los cuales no pocos están en manos de la JEP por estos días.

Igualmente sorprendidos nos encontramos los bogotanos con una circular proveniente de esa oscura institución llamada Alcaldía Mayor, en la que informan cómo Claudia López y sus mariachis pretenden gastar el dinero de las contribuciones forzosas en supuestas obras de valorización. Y decimos supuestas porque las quejas que conocimos se ajustan a la realidad: la gente se pregunta, ¿cómo carajos se valoriza un predio con una cicloruta en el andén o con un puente peatonal que desemboca a metros de este? ¿De dónde sacan que estas obras provocan un incremento en el valor comercial de un inmueble? Si bien pueden ser necesarias, estas adecuaciones no justifican un cobro por valorización. Se supone que para eso se pagan predial y otros impuestos, pero lo visto indica que se están gastando la plata en otras cositas, por ejemplo, en el autobombo que ocupa páginas completas en periódicos de circulación nacional y segmentos en la televisión privada.

Los emplazamos a leer el comunicado de esta agonizante administración para que sepan que nada de lo que buscan hacer tendrá el efecto de valorizar su predio. Los alcaldes y sus funcionarios tendrían que ser al menos honrados cuando se trata de cobrar más de lo debido. Para que se hable de valorización es necesario demostrar que el valor de la propiedad se incrementó como consecuencia de las obras, de lo contrario, como todo en esta ciudad desde épocas de Peñalosa, es un abuso de poder en contra de la ciudadanía. Estas contribuciones deberían de llamarse aporte del ciudadano para que el burgomaestre de turno pueda dilapidar y hacerse bombo, con ello financiando el bolsillo de los más poderosos y a fin de que pueda reelegirse en ese u otro cargo en el futuro. Como nos dijo un señor mientras hablábamos de esto, díganles que cojan oficio. Pues eso, señores funcionarios de la alcaldía ¡cojan oficio!

Los bogotanos recordamos con cariño el carrusel del señor Peinado, que operaba en inmediaciones al Parque de la Independencia y en el que los niños montaban en caballito equino de madera que subía y bajaba al ritmo de la músicamientras sus padres aplaudían cada vez que pasaban enfrente de ellos. Ese era un carrusel bonito, pero el que ahora cuentan que habría montado la alcaldía de Bogotá para contratar a dedo con Compensar tiene todos los visos de escandaloso. Se dice que fueron más de 170 contratos que se celebraron sin adelantar procesos de selección, es decir, a dedo pues con él le hicieron pistola a las normas de contratación estatal.

Para cerrar, monstruoso y atentatorio de la libertad de prensa lo que se ha hecho contra el caricaturista Matador (@Matador000), de quien podemos decir que es el mejor en su género y que con su trabajo saca la cara por quienes a este oficio se dedican. Matador no vende su conciencia, entrega a sus lectores un concepto personal en clave de libertad, para que sea el otro quien acepte o no sus impresiones. Es triste que un medio de comunicación que se decía serio se preste a las consejas de chisgarabises para acabar con la carrera de quien es una honra del lápiz nacional. Recordamos, ante capítulos como este, la persecución de que fue víctima Chapetecuando Gurropín(Gustavo Rojas Pinilla) ocupaba el solio presidencial. Desde aquí damos un aplauso fervoroso a Julio César González, o como el país entero lo conoce:Matador.

Adenda: los enredos del INPEC informan que a la Merlano le cascaron al llegar a la cárcel El Buen Pastor como represalia por soltar la lengua, pero a su vez hay otra versión según la cual fue ella quien le propinó una paliza a una guardiana. Lo cierto es que quien va a la cárcel tiene que cerrar la puerta y el pico.

Adenda II: como dijimos la semana pasada y hoy reiteramos, el Domingo de Ramos no es ningún homenaje a Luis Alfredo Ramos, sino que es el festejo in memoriam de la entrada de Jesucristo a Jerusalén, montado en un pollino.

Adenda III: “Y a propósito de estos tiempos de pasión grandes son los sufrimientos que se les avecina a habitantes y comerciantes del sector de Venecia, pues la Administración Distrital acaba de anunciar la demolición del emblemático puente, y por ende, el cierre de importantes avenidas, como la 68 y la AutoSur. Más caos para una ciudad que en vez de ciudad parece campo de guerra”. (Enviada por nuestro periodista colaborador y corrector de estilo, Francisco Cristancho R.)

Hasta la próxima semana, apreciados lectores.    

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *