Por: Giovanni Quintero
Jonathan Malagón; ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio; se sumaría a los controvertidos nombramientos que ha hecho el gobierno Duque por un posible plagio en su tesis doctoral. Esta es la historia.
¿Quién es Jonathan Malagón? El ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio es poco conocido y no cuenta con un peso político propio –según una alta funcionaria del gobierno Duque–, pero tiene una llamativa carrera académica –de acuerdo a la página de la Presidencia (ver aquí) y la hoja de vida de Colciencias (ver aquí)– es economista de la Universidad Nacional y administrador de empresas del London School of Economics and Political Sciences (LSE); ha sido profesor de la Universidad Nacional, Los Andes, el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) y la Javeriana. También, se desempeñó como investigador de la Universidad de Columbia, donde cursó una maestría en política económica.
Malagón hizo su doctorado en la Universidad de Tilburg en los Países Bajos, en la cual presentó en el 2017 una tesis compuesta por cuatro ensayos que analizan la banca central en América Latina (ver aquí), según el documento presentado por él todos los artículos académicos son de su autoría, pero en realidad serían la traducción de importantes apartes de al menos cuatro tesis de maestría publicadas entre 2015 y 2016 en Colombia, de las cuales fue tutor (Ver comparativo aquí).
De acuerdo al informe de Noticias Uno, mientras Malagón se desempeñaba como vicepresidente de Asobancaria también cursaba un pregrado en Administración de Empresas en el LSE, una de las universidades más prestigiosas y exigentes del mundo, e iniciaba sus estudios de PhD en la Universidad de Tillburg.
Un profesor del Externado y un exinvestigador asociado de la Universidad de Harvard afirmaron que, el hecho de que él haya sido tutor de los textos no le da derechos de autor sobre los mismo y la omisión de la correcta citación de los documentos configura una falta grave –cosa que una persona con su trayectoria académica debería saber–, razón por la cual estaría obligado a citar los textos y autores de manera correcta, especialmente en los apartes que utiliza en su tesis y que hace pasar como propias.
“Con especial atención quiero destacar la contribución de mis alumnos, colegas y amigos Carlos Ruiz, Daniel Lacouture, Marcela Rey, Juan Sebastián Betancur y Camila Orbegozo, quienes proporcionaron notables comentarios y apoyo” resalta en la sección de agradecimientos de la tesis, sin mencionar que los documentos de algunos de ellos son los que componen su texto. Ni siquiera en la bibliografía son nombrados.
Una fuente cercana a algunos de los autores de estos artículos, afirmó que ellos sabrían que la tesis de su profesor estaría basada en sus investigaciones –lo que coincide con lo que le afirmaron a CUARTO DE HORA los estudiantes de MinVivienda–, más no que sería una traducción de estos documentos, pues en ella utiliza varias ideas de sus alumnos afirmando que son de su autoría.
Dos de los autores le afirmaron a CUARTO DE HORA, que aunque no creen que Malagón haya plagiado sus ideas, lo cierto es que no han leído o revisado la tesis doctoral de su antiguo profesor, jefe o exjefe -en algunos casos- detalladamente. Mientras que los otros dos afirman que si la han revisado, pero no consideran que se haya realizado un plagio o copia importante sobre sus documentos a pesar de tener los mismo gráficos, ideas y, en ocasiones, hasta los mismos casos de estudio.
En ese mismo sentido MinVivienda le afirmó a CUARTO DE HORA que le “parece absurdo” este tema debido a que “nunca he usado ideas ni textos que no sean de mi autoría o coautoría” y agregó que “esta sería la primera acusación por apropiación indebida de textos donde las supuestas víctimas no están de acuerdo con el señalamiento”.
Adicionalmente, todos –tanto los autores como el ministro– afirmaron que durante su carrera laboral han sido sus subordinados o la iniciaron de la mano de él cuando este trabajaba en Fedesarrollo o Asobancaria. Además, indicaron que se han visto beneficiados del trabajo investigativo que presentaron para sus respectivos posgrados, debido a que Malagón les habría colaborado publicando sus trabajos en importantes journals económicos.
Además, hoy en día todos tienen cargos relevantes al interior del gobierno, la mayoría se desempeñan como asesores o subdirectores del Ministerio de Hacienda y otro, de acuerdo a una fuente anónima, es “la mano derecha” de él en el Ministerio de Vivienda.
Los documentos en cuestión son: ‘El miedo a la flotación cambiaria en América Latina: Un cambio de enfoque’, de María Camila Orbegozo (ver aquí); ‘Estabilidad Financiera en Colombia bajo Dominancia de Balanza de Pagos’, de Daniel Felipe Lacouture (ver aquí); ‘Incidencia de la política monetaria de las economías desarrolladas sobre los mercados financieros y monetarios de América’, de Marcela Rey (ver aquí) y ‘La política monetaria en Colombia durante el periodo 2003-2014: ¿Reaccionando al producto para controlar la inflación?’, de Juan Sebastián Betancur (ver aquí).
Del capítulo cuatro es necesario hacer las siguientes aclaraciones: este es el texto que presentó Juan Sebastián Betancour como tesis de grado para la maestría en economía de Los Andes, Malagón hace una aclaración a priori al desarrollo de este ensayo indicando que existe una versión más amplía en un documento del economista y exministro José Antonio Ocampo, así como en un libro titulado ‘La banca central colombiana en una década de expansión, 2003-2013’ publicado en el 2015 por el Externado, del cual él también es coautor junto a Ocampo y Betancur, pero en ningún momento menciona la tesis del último.
Lo anterior indicaría que sólo hace dicha aclaración debido al gran reconocimiento que tiene Ocampo, no sólo en el mundo académico sino también en la vida pública colombiana.
Lo cierto es que; a pesar de las declaraciones del Malagón y de sus estudiantes, hoy “compañeros de gobierno”; el ministro que es “reconocido como (el) mejor estudiante de Colombia” –según el presidente Iván Duque– utiliza en varias ocasiones secciones fundamentales de las tesis de sus alumnos pero traducidas, nunca les da el crédito a los trabajos originales y sus autores de manera correcta incurriendo en posible plagio.
Este no sería el primer caso que se presenta en el mundo, debido a que en Alemania el entonces ministro de Defensa, Karl Theodoro zu Guttenberg, y la exministra de Educación, Anette Schavan, renunciaron a sus cargos en 2011 y 2013 respectivamente luego de vivir el mismo episodio que terminó con la cancelación de sus títulos de PhD.
En Colombia figuras públicas como el alcalde Enrique Peñalosa y el presidente Iván Duque, han afirmado en sus hojas de vida que poseen títulos de postgrado como maestrías y/o especializaciones de importantes universidades como Harvard o la Universidad de París, cuando en realidad son cursos de corta duración -como han reportado diferentes medios-.
Con Malagón el gobierno Duque continuaría sumando escándalos entre sus altos funcionarios, como es el caso de:
- Claudia Ortiz –actual directora de la Agencia de Desarrollo Rural– quién en un principio iba a ser directora de la Unidad Nacional de Protección (UNP), pero debido a sus posiciones políticas no fue nombrada y ahora (según información publicada por la prensa) no cumpliría con los requisitos académicos para ocupar el cargo en el que está.
- La polémica que rodea la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica en la cual está Darío Acevedo, quien es reconocido en el mundo académico por su posición negacionista del conflicto armado en Colombia. Antes de él estuvo ad portas de ser nombrado José Vicente Torrijos, pero dimitió de su aspiración debido a irregularidades en su hoja de vida.
- La directora del ICBF, Juliana Pungiluppi, que se adelantó el sueldo mediante la resolución 0140 del 11 de enero de 2019 como informó la W.
- El periodista Juan Pablo Bierie, quien se desempeñaba como gerente de RTVC fue el protagonista de sonados episodios de censura en los medios estatales, como reveló ‘La Pulla’ de El Espectador.
- Más recientemente la ministra de Transporte, Ángela Orozco, que estuvo a punto de generar un importante detrimento en el patrimonio nacional al negociar un pago de indemnización a los contratistas de la Ruta del Sol 2, vinculados con el controvertido caso de corrupción ‘Odebretch’.
- Entre otros.
Las explicaciones de Malagón
En el marco de esta investigación, CUARTO DE HORA habló con el ministro Malagón y estas son las explicaciones que él da entorno a este tema.
¿Qué opina de las acusaciones en su contra sobre la posibilidad de haber copiado apartes importantes de las tesis de sus alumnos?
Me parece absurdo. Nunca he usado ideas ni textos que no sean de mi autoría o coautoría. Esta sería la primera acusación de apropiación indebida de textos donde las supuestas víctimas no están de acuerdo con el señalamiento.
Usted fue tutor de estas tesis, ¿eso le da derechos de autor sobre ellas?
Por supuesto que no, en lo absoluto. Los estudiantes tienen la autoría de sus tesis, independientemente de quién las dirija. Yo soy el coautor de trabajos de investigación producidos con ellos posteriormente, así como soy el autor de mi tesis de doctorado.
¿Cuál es su relación actual con sus alumnos?
Favor especificar cuáles alumnos. A Juan Betancur lo conozco desde 2012. Es actualmente un compañero de gobierno, funcionario de Minhacienda. Fui su jefe en Fedesarrollo, dirigí su tesis, publicamos un libro juntos y escribí la carta de recomendación para su posgrado en el exterior.
A Camila Orbegozo la conozco desde 2012. Es actualmente una compañera de gobierno, funcionaria de Minhacienda. Fue mi alumna en el curso de política fiscal del Pregrado en Economía y en el curso de Macroeconomía Avanzada de la Maestría en Economía, ambos programas de la Universidad Externado de Colombia. Posteriormente trabajó conmigo en Fedesarrollo. En lo personal, desde hace un par de años, Camila es la novia del hermano de mi esposa.
A Marcela Rey la conozco desde 2011. Es actualmente funcionaria de Minvivienda. Fue mi monitora en el curso de Macroeconomía III del Pregrado en Economía de la Universidad Nacional de Colombia. Posteriormente trabajó conmigo en Asobancaria. Fue coautora de un capítulo en un libro que yo edité, publicado por el BID y Asobancaria.
A Daniel Lacouture lo conozco desde 2009. Es actualmente un compañero de gobierno, funcionario de Minhacienda. Fui su jefe en Asobancaria, dirigí su tesis y escribí la carta de recomendación para su posgrado en el exterior.
¿Qué cree que podría haber motivado dichas acusaciones en su contra?
No tengo idea. Siempre me gusta presumir la buena fe de las personas.
¿Están citados los documentos de sus alumnos en su tesis?
La publicación que hice con Juan Sebastián Betancur fue un libro, publicado por la Universidad Externado de Colombia en 2016. Por supuesto que está citado en el capítulo 4 de mi tesis doctoral, incluso se advierte en la primera página que dicho capítulo extiende el análisis del libro. En efecto, es justo eso lo que hace el capítulo, recoger la evidencia para Colombia previamente publicada bajo mi coautoría y contrastarla con la evidencia para América Latina.
La publicación que hice con Camila Orbegozo fue un paper, que fue publicado en 2019 (posterior a mi tesis), motivo por el cual no está citado. Dicho documento fue presentado al Journal of Globalization and Development y cursó una evaluación de casi dos años.
Con Marcela Rey escribí un capítulo para un libro del Banco de la República, que fue aceptado y que será publicado en los próximos meses. Toda vez que mi tesis de doctorado se publicó primero que dicho capítulo, mi tesis aparece en la bibliografía del capítulo y no al revés.
Con Daniel Lacouture presenté una ponencia en un seminario académico en Chile, así como un documento para un compendio de investigaciones de la Asobancaria, donde fuimos coautores. Una versión más completa y actualizada de la investigación aparecerá en un libro del Banco de la República en los próximos meses. Dado que mi tesis de doctorado se publicó primero que dicho capítulo, mi tesis aparece en la bibliografía del capítulo y no al revés.
Usted asegura que uno de los documentos está citado, casualmente el que forma parte de un libro con el economista y exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y que los otros los publicaron después de su tesis, pero en los documentos originales publicados por Los Andes, la Nacional y el Externado dice que son del 2015 y 2016. Adicionalmente, el documento de Juan Sebastián Betancourt está publicado en el 2015 y aparte del libro, teniendo en cuenta esto, ¿cree que pudo haber omitido la correcta citación de los trabajos?
No considero que exista tal omisión.
¿Qué le diría a las personas que lo denunciaron?
Que son centenares los casos en los cuales los trabajos de tesis de los estudiantes terminan en publicaciones junto a sus directores. Es, en efecto, una excelente manera de promover la investigación dentro de las universidades. He dirigido otras tesis sobre otros temas, de las cuáles se han derivado artículos de mi coautoría junto a los estudiantes previamente orientados, los cuales han sido presentados posteriormente para publicación. Lejos de tener un sentimiento de apropiación o plagio, los estudiantes tienen la oportunidad de escribir documentos académicos en coautoría de quienes fueron sus directores de tesis.
Por ejemplo, en mi caso personal, el trabajo final de mi pregrado en economía fue dirigido por Sergio Clavijo y se convertiría posteriormente en un artículo publicado por los dos, dado que contó con su diseño, redacción y edición. Esta publicación, en una etapa temprana de mi carrera académica, fue un gran impulso para mí. Lo propio ocurrió con mi trabajo de final de maestría en la Universidad de Columbia, que se convertiría luego en una publicación junto a mi director, José Antonio Ocampo. En ambos casos fue mi trabajo de grado potenciado por el análisis, la orientación, cocreación y redacción de mis directores, lo que derivó en publicaciones.
Ahora bien la pregunta que queda en el aire es, ¿cómo hizo Malagón para cumplir a cabalidad con todas las labores académicas y laborales al mismo tiempo?