Por: Heidy Sánchez
En Bogotá el desempleo durante octubre de 2020 se ubicó en el 19,1% y la tasa de ocupación para el mismo periodo en el 53,3%[1], indicadores que parecen mejorar con respecto a la crisis evidenciada en meses anteriores (trimestre móvil julio-septiembre de 2020: desempleo del 22% y ocupación del 50.6%[2]), aunque la realidad en las calles pareciere distinta. La inseguridad y la mendicidad aumentan de manera indiscriminada, los locales que antes ocupaban tiendas, restaurantes, cafeterías, entre otros, tienen grandes letreros de “se arrienda” y el ejercicio del “rebusque” se incrementó.
Por otro lado, en este mismo diagnóstico económico, se ve cómo el Producto Interno Bruto (PIB) decrece 15,2% en el segundo trimestre del 2020 con respecto al mismo periodo de 2019, donde las principales actividades económicas afectadas en la ciudad fueron el comercio al por mayor y al por menor, la reparación de vehículos automotores y motocicletas, el transporte y almacenamiento, el alojamiento y servicios de comida, las industrias manufactureras y las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación. Partiendo de lo anterior, es evidente considerar que las iniciativas tomadas por el Distrito para la reactivación económica deben ir dirigidas principalmente a la inclusión y participación de la población pobre y vulnerable de la ciudad, que desarrolla las actividades con mayor decrecimiento económico en el marco de la pandemia y trayendo consigo impactos negativos y consecuencias económicas de no fácil recuperación.
Aun con todas las dificultades económicas que ha provocado el COVID-19 el recaudo tributario en el Distrito para el 30 de septiembre de 2020 fue de casi el 72% de lo planeado, de lo que se proyecta la caída en los ingresos corrientes del 13%, reduciendo el recaudo en aproximadamente $1.45 billones en 2020, punto de partida para realizar las proyecciones económicas de la capital para 2021.
De esta forma, la administración distrital le presentó al Concejo el Presupuesto Anual de Rentas e Ingresos de Bogotá para la vigencia fiscal comprendida entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021, por la suma de VEINTITRÉS BILLONES NOVECIENTOS OCHENTA MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y UN MILLONES SETECIENTOS SESENTA Y CINCO MIL PESOS M/CTE ($23.980.281.765.000). De este total, $20,1 billones estarán destinados a inversión, $3,2 billones a gastos de funcionamiento y $587.440 millones de pesos para el servicio de la deuda.
El presupuesto prioriza proyectos estratégicos tales como: El Corredor Verde de la Carrera Séptima, la Red de Metro, los estudios y diseños del cable de San Cristóbal y la Ciclorruta Medio Milenio, la prefactibilidad de los cables de Usaquén y Ciudad Bolívar (Potosí) y la factibilidad del Regiotram de Occidente y Norte. De igual modo, la infraestructura en hospitales de Kennedy, Meissen y Tunal, como también la construcción de los nuevos hospitales de Usme, Bosa y San Juan de Dios. Igualmente, en materia de compra de vacunas, la consolidación del programa de Ingreso Mínimo Garantizado y realizar las obras de infraestructura en 11 colegios, invertir en la Agencia para la Educación Superior y el programa Reto a la U 2.0, entre otros.
Partiendo de estas proyecciones, es importante tener en cuenta que hoy en día todavía no se logran evidenciar de manera específica los efectos negativos en términos económicos y sociales que trajo consigo la pandemia del COVID-19. La pérdida de empleos y los problemas de salud mental son tan solo algunos de estos efectos, no obstante, muchos otros que aún no se perciben, saldrán a la luz en 2021 y con base en ello se podrá evaluar si las medidas previstas en este 2020 fueron suficientes para recuperar la ciudad, el tejido social, la empleabilidad, la demanda agregada y el crecimiento de la ciudad.
¡RENTA BASICA YA!
Queda en evidencia que la situación económica por la que atraviesa la ciudad por los efectos negativos de la pandemia no es alentadora y de ahí la necesidad de implementar proyectos en perspectiva de una reactivación económica efectiva en el Distrito. Al respecto consideramos que se ha quedado en acciones limitadas y no en su totalidad coherentes con las necesidades de la población pobre y vulnerable. Por el contrario, hay medidas que le dan continuidad a un Plan de Desarrollo Distrital que prioriza sectores como movilidad y los negocios privados, dándole poca importancia a sectores indispensables como las MiPymes y las economías populares que son fuente de empleo en la ciudad.
En Bogotá retrocedimos 20 años en condiciones de pobreza. Sin pandemia el DANE reporta a 2019 que en Bogotá la pobreza incrementó 0.8%, es decir que 89.000 personas ingresaron al rango de pobreza. Ahora, Bogotá tiene una línea de pobreza extrema de $170.000 y línea de pobreza de $449.000, por lo cual desde la Bancada Colombia Humana – Unión Patriótica propusimos la necesidad de un Ingreso Mínimo Garantizado con base en la línea de pobreza. Esto, bajo el entendido que, como lo ha manifestado la Secretaría de Hacienda, no hay voluntad para garantizar una Renta Básica de un salario mínimo mensual legal vigente para la población pobre y vulnerable del Distrito. Incluso esta propuesta de Ingreso Mínimo de $449.000 mensuales no fue acogida por la administración.
Del mismo modo, preocupa que los beneficios en bonos, especie, entre otros, que fueron utilizados en la pandemia fueran sustituidos por el mecanismo de transferencia, lo cual significa un recorte de las ayudas sociales del Distrito. Consideramos que en primer lugar sería necesario adelantar un levantamiento de información de diagnóstico que le permita a la administración reconocer los programas de beneficios que realizan las diferentes entidades, y con base en ello construir un mecanismo de información sobre beneficiarios territorializados, para que por una parte no se disminuyan los apoyos sociales y por otra, se procure mayor eficiencia en la inversión social del Distrito.
En la sesión del 27 de noviembre el secretario de Hacienda manifiestó que, aunque aún no hay un proyecto diseñado para lo que será el Ingreso Mínimo Garantizado, y que para poder definir el monto implica aún identificar la oferta social, caracterizar los hogares y contabilizar recursos, expuso la siguiente propuesta:
Recursos disponibles (1.2 billones Distrito + Nación).
$425.000 millones para 12 pagos 443.000 hogares pobres $80.000 mensuales.
$864.000 millones para 6 pagos 900.000 hogares pobres a 160.000 bimensuales.
Por tal motivo nos inquieta que el rubro que tienen proyectado es de $80.000 al mes, lo que quiere decir que para una familia promedio de 4 personas sería un ingreso de $20.000 mensuales. Es decir, un monto absurdo para garantizar un nivel mínimo de condición de vida digna.
Sector educación, Reto a la U y Agencia de Educación VS Matrícula Cero
La ciudad de Bogotá no estaba preparada para la crisis que ha representado la pandemia del COVID-19 y frente a esto se implementaron medidas reactivas para sobrellevar la situación, de ahí que Colombia tuvo la cuarentena más larga del mundo. La ausencia de preparación se vio reflejada en un sistema de salud precario y la absoluta falta de condiciones para garantizar educación pública a través de la virtualidad, por tan solo mencionar algunas cosas.
La educación del país se vio afectada por la poca cobertura en telecomunicaciones y el reducido acceso a los elementos tecnológicos para los estratos bajos, provocando deserción y reducción en la calidad académica. Dicha cuestión debería representar un foco de atención para la administración, dirigiendo sus esfuerzos al fortalecimiento necesario del sistema educativo y la toma de medidas para ampliar la cobertura a los medios de aprendizaje.
No obstante, vemos con preocupación que esto continúa siendo limitado y anda a paso lento. Por ejemplo, la Secretaría de Educación desde septiembre de este año viene hablando de la entrega de 100.000 tabletas para niños y jóvenes de educación primaria, media y básica del Distrito, sin embargo, a la fecha esto no ha sido efectivo; siendo incluido nuevamente en el presupuesto de 2021.
En lo que tiene que ver con la educación superior, el Distrito le apostó desde agosto de 2020 a un programa llamado “Reto a la U” con un presupuesto aproximado de $40.000 millones, con los cuales se atendió tan solo el 44% de las personas inscritas, es decir, 12.281 estudiantes. Este programa consiste en asignar una bolsa de hasta 8 créditos académicos a cada inscrito para que pueda utilizarlos en una de las 21 Instituciones de Educación Superior acreditadas.
Para el año 2021 la Secretaría de Educación indica que para “Reto a la U 2.0” habrá una asignación presupuestal de $11.000 millones para 4.000 estudiantes beneficiarios, es decir que el costo per cápita será de $3.257.064. Esta apuesta se ha presentado como un programa de “inmersión en la educación superior” para estimular el tránsito de jóvenes bachilleres que ni estudian ni trabajan y se encuentran en edades entre los 18 y 28 años. No obstante, no hay mecanismos claros para que se dé este tránsito de manera efectiva y se garantice la continuidad de los estudios para quienes se inscriben en este programa, teniendo en cuenta que son personas de estratos bajos, donde sus recursos son limitados y la prioridad no es la educación superior.
Adicionalmente, en función de cumplir con los 20.000 nuevos cupos proyectados en el Plan de Desarrollo por la administración, se está planeando una inversión para el año 2021 de $72.899 millones para 4.794 estudiantes, que incluyen la financiación de los dos semestres académicos del año de esta primera cohorte, lo cual representa un costo de $15.206.299 per cápita.
En contraste la apuesta que viene tomando fuerza desde algunos sectores es la de matrícula cero, una iniciativa que además de incrementar el presupuesto de la Universidad Distrital se trata también de una oferta educativa integral, que incluye el acceso a la planta docente y educación de calidad, reduciendo así la deserción estudiantil. Para esto, en el marco de la discusión del presupuesto 2021 se propuso incrementar los aportes del Distrito en $14.600 millones para el cubrimiento de matrícula cero en la Universidad Distrital, beneficiando a más de 28.000 estudiantes y llevando a una mayor eficiencia del gasto como se muestra en la siguiente tabla:
Beneficiarios 2021 |
Costo Total |
Costo Per Cápita |
|
20.000 nuevos cupos |
4.794 |
$72.899.000.000 |
$15.206.299 |
Reto a la U |
4.000 |
$11.000.000.000 |
$2.750.000 |
Matrícula 0 |
28.000 |
$14.600.000.000 |
$521.429 |
Igualmente, hay que tener en cuenta que con el último semestre académico de 2020 en el que se logró garantizar la matrícula cero, se estimuló un ingreso de 2.700 estudiantes nuevos a la universidad, representando un crecimiento real en la cobertura que no se acaba con la finalización del programa como sí lo hace el programa de los “20.000 nuevos cupos” al generar una cobertura pasajera durante el periodo de gobierno, o el programa “Reto a la U” que no es ingreso formal a la educación superior.
Varias bancadas en el Concejo de Bogotá se sumaron a esta iniciativa y se logró una asignación presupuestal de más de $7.000 millones para matrícula cero, lo cual sigue siendo insuficiente para darle garantías educativas a 28.000 estudiantes en la Universidad Distrital.
Nuestras propuestas de Ingreso Mínimo con base en la línea de pobreza y matrícula cero por $14.600 millones, no fueron del todo acogidas, a pesar de ser iniciativas en clave de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía en un momento tan difícil como el que estamos enfrentando. El presupuesto distrital del 2021 sigue siendo una apuesta de gobierno de Claudia López para darle continuidad y financiamiento a un Plan de Desarrollo que poco cambió, incluso con los impactos en el marco de la pandemia, y que prioriza el sector de movilidad sobre otros necesarios para una verdadera reactivación económica.
Continuaremos luchando en defensa de la educación de calidad y con amplia cobertura, como también por la inclusión de la población pobre y vulnerable dedicada a las actividades de la economía popular que dinamizan y sostienen en gran parte la economía de Bogotá.