viernes, diciembre 13

Denuncian que la Armada se aprovechó de lota para instaurar estación en San Andrés y Providencia

Comunidades de San Andrés y Providencia han venido denunciando que el Gobierno Duque ha aprovechado la vulnerabilidad de las islas tras huracán Lota para adelantar la instauración de una estación de guardacostas de la Armada Nacional.

Según lo expresado por la comunidad raizal, desde 1933 la Armada ha tenido la intención de construir la estación en el sector Old Town Bay, a pesar de que los isleños se han opuesto rotundamente.

Según una publicación del portal La Silla Vacía, tras el paso del huracán lota por la isla, “la armada habría ayudado a la comunidad a retirar los escombros de las vías, pero aprovechó la coyuntura para instalar un muelle flotante en un predio adyacente a la Cooperativa de Pescadores Fish & Farm”.

Esto molestó a los pobladores, indicando que la Armada Nacional se aprovechó de la situación que generó el desastre natural para llevar a cabo sus propósitos.

En diálogo con el portal citado, Édgar Jay, de la asociación de pescadores I-Fish, manifestó que “hicieron el muelle de noche, de una manera soterrada, no lo hicieron a la luz del día. Aquí hay una gran cantidad de irregularidades”.

La comunidad isleña señala que a través de consultas previas han rechazado la estación de guardacostas, argumentando que no quieren tener más militares en la isla, debido a que ya cuentan con la instalación de la Capitanía del puerto.

Además, temen las afectaciones que podría acarrear al medio ambiente ya que “en el predio donde pretenden la construcción de dicha estación se encuentra sobre la desembocadura de un arroyo y un manglar”, informó la Silla Vacía.

“Se están aprovechando de la circunstancia de vulnerabilidad de la gente para imponer obras que fueron inconsultas en un momento crítico como este”, denuncian los isleños.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Raizal, Alberto Gordon May manifestó que dicha estación es un atropello de la administración Duque para implementar “prácticas neocolonistas”, descartando las voces de las comunidades sobre su territorio.

 

 

 

 

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