Fue una verdadera noche terror la que vivió Juan Ricaurte, de 42 años, el pasado mes de septiembre, cuando uniformados de la Policía Nacional en Bogotá aprovecharon un procedimiento policial, para agredirlo brutalmente y hasta torturarlo.
Todo ocurrió en el barrio El Palenque (Localidad de Kennedy) cuando Ricaurte, funcionario del Inpec desde hace 23 años, se encontraba departiendo en la tienda de un familiar y una patrulla de la Policía arribó para adelantar un procedimiento de rutina.
Sin embargo, la situación se salió de control cuando, al parecer, uno de los patrulleros ingresó al local, abrió los cajones y sacó un arma traumática, que es propiedad del funcionario y la cual contaría con todos los permisos correspondientes.
“Entre los cajones estaba un arma traumática de mi propiedad que cuenta con los debidos permisos, la cual fue incautada sin motivo alguno: reclámela mañana, fue la orden de los policías. Al tiempo llegó otra patrulla. Les hice saber a los policías que era funcionario público y que no estaba de acuerdo con el procedimiento. No hubo comparendo y tampoco acta de decomiso. Saqué mi celular y comencé a grabar el procedimiento”, contó la víctima.
Ante el hallazgo, cuenta la víctima que los policías perdieron el control y se enfurecieron tanto que lo agarraron por el cuello para tirarlo al suelo y someterlo a una fuerte paliza.
Tras eso, asegura que fue llevado por los agentes a un Centro de Reacción Inmediata (URI), en la localidad de Kennedy, Bogotá, donde siguieron las arbitrariedad y lo torturaron.
“Me llevaron al fondo y me esposaron a la baranda de la escalera. Me golpearon entre varias personas para que les diera la contraseña de mi celular y me amenazaron con hacerme un montaje. No me permitieron ir al baño y tuve que orinarme en los pantalones. Me echaron agua para que no me durmiera: ‘esto es para que no te olvides de que nosotros dirigimos las calles’, me dijeron. Les di la contraseña de mi teléfono móvil”, añadió la víctima.
Para el concejal Diego Cancino, quien hizo público el caso de brutalidad policial, estos hechos deben ser investigados y los responsables, varios identificados por la víctima, deben asumir las consecuencias.
“Necesitamos construir una policía que inspire confianza, que cuide la vida y respete los derechos humanos. Exigimos justicia para Juan de Jesús”, señaló el concejal Diego Cancino.
Policías de @PoliciaBogota– Kennedy en septiembre golpearon y torturaron a Juan Ricaurte. Un policía lo ahorca por atrás y luego otro pone la rodilla sobre su cabeza; durante 15 horas Juan fue violentado. Señores @PoliciaBogota, ¡sanciones y justicia ya! pic.twitter.com/PDC41mXPTu
— Diego Cancino – Concejal de Bogotá (@cancinodiegoa) November 30, 2021