Por: Diana Otavo
La forma en la que literalmente desaparecieron de la plenaria del Senado de la República, las senadoras Maritza Martínez del Partido de la U , Laura Fortich del Partido Liberal y Ana María Castañeda del Partido Cambio Radical al momento de votar las objeciones de la JEP, ha causado indignación en las redes sociales donde con múltiples mensajes las acusan de ser “curules en cuerpo ajeno”, congresistas, que si bien hacen parte del legislativo, obedecen las órdenes de sus esposos, políticos cuestionados, al momento de votar proyectos de gran importancia para el país.
Maritza Martínez, por ejemplo, quien dio declaraciones apoyando el archivo de las objeciones, pero quien luego huyó en medio de la plenaria dejando su bolso, su celular y sus apuntes sin explicación alguna. Es esposa de Luis Carlos Torres, exgobernador del Meta quien en su momento fue destituido e inhabilitado por diez años para ejercer cargos públicos por parte de la Procuraduría e investigado en la Fiscalía por posibles vínculos con el paramilitarismo, fuentes de Cuarto de Hora, indicaron que Torres, es tan influyente en la región, que después de ser reversado el fallo en la Procuraduría y de ser declarado inocente por la Fiscalía, presuntamente impulsará al terrateniente Juan Guillermo Zuluaga, como candidato del Centro Democrático a la gobernación del Meta.
Laura Fortich, Senadora del Partido Liberal, quien tampoco votó el informe para archivar las objeciones, es esposa del Diputado a la Asamblea de Sucre, David Ashton, sobrino de Álvaro Ashton, quien fue investigado por parapolítica y capturado en 2017 por el cargo de concierto para delinquir por presunta relación con grupos armados al margen de la ley.
Finalmente, Ana Maria Castañeda, senadora de Cambio Radical, que también se ausentó de la votación, a pesar de que su partido había dado la orden de archivar las objeciones, es la esposa de Mario Fernández Alcocer, quien suena como candidato fuerte para las elecciones a la alcaldía de Sincelejo por Cambio Radical, como lo reveló El Heraldo, Fernández, busca el apoyo de la casa Char, recordemos que el excongresista David Char, de ese grupo político, fue aceptado en la JEP, por sus presuntos nexos con el bloque norte de las autodefensas.
Queda a discreción del lector imaginar lo qué pasó con estas senadoras, quienes desaparecieron al momento de la votación en la que faltó un voto para el archivo de las objeciones de la JEP. ¿Las llamaron los dueños de sus curules a ordenarles que salieran? ¿En este caso el gobierno se entiende es con ellos?