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Luego de 16 años, el juzgado 18 penal del circuito de Bogotá condenó al agente del ESMAD señalado como el responsable del asesinato de Nicolás Neira, un joven de 15 años de edad.
Neira fue asesinado el 1 de mayo del 2005 en una manifestación del día del trabajo.
Según las investigaciones, el joven había sido golpeado por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y recibió un impacto en su cabeza producido por un impacto de una munición tipo bean bag disparado por Néstor Julio Rodríguez Rúa, un uniformado de la fuerza pública.
A pesar de que el Estado colombiano fue condenado desde 2011 por la muerte de Neira, el fallo condenatorio tuvo que esperar varias dilaciones. En junio del 2019, Rodríguez Rua llegó a un preacuerdo con la Fiscalía para aceptar haber cometido el delito a cambio de que le rebajaran la pena. Aunque esa negociación entre el agente y el ente investigador fue avalada por un juez, la defensa de la familia Neira interpuso una tutela con la que logró que la Corte Suprema de Justicia tumbara el preacuerdo.
Dentro de las “maniobras dilatorias” está una tutela presentada por Rodríguez Rúa para que este caso fuera juzgado por la justicia penal militar y no por la justicia ordinaria.
Parte de los uniformados investigados por encubrir la muerte de Neira siguen libres.