Por: Daniel Rojas Medellín
La política es una arena de continua disputa en la que las ideologías, mayoritariamente representadas en partidos y movimientos políticos, participan en una contienda en la que ponen a competir su propio significado de unos conceptos comunes, al final aquellos que logren posicionar popularmente su significado como el correcto, vence en las justas. Como lo han anotado los estudiosos del poder, la política es un campo de litigio permanente por el sentido común.
Ejemplificando. Para el partido verde luchar por un hospital publico que es insignia de la investigación científica continental y está protegido patrimonialmente por la ley, significa un acto de odio animado por una intención destructiva, el trabajo de sus dirigentes es el de hacer creer que su significado es el correcto y acopiar en torno a éste, apoyo popular.
Hoy que la crisis Covid ha vuelto al debate la discusión sobre una renta básica universal, de la mano de los economistas Luis Jorge Garay y Jorge Enrique Espitia se comenzó a proponer desde el campo alternativo la renta básica como medida para contrarrestar los impactos sociales y económicos a las personas más vulnerables.
La iniciativa que decantó en un proyecto de ley firmado por mas de 50 congresistas y que no tuvo la suerte de haber sido aprobado en su primer debate, tuvo en la comisión 3ª del senado el primer escenario donde los partidos y movimientos empezaron a llenar de significados este concepto.
El uribismo quiso darle salida salomónica al debate, proponiendo uno tan creativo como hilarante, la cuestión la resolvían denominando renta básica al subsidio condicionado que se entrega a través del SISBEN y transferencias como familias en acción, que además de estar mal focalizadas no alcanzan ni para cubrir la línea de la pobreza. Aparecía un primer significado de renta básica.
Días después de embolatar el debate en el congreso apareció la alcaldesa de Bogotá anunciando renta básica para los hogares vulnerables de la ciudad, los interesados en el tema quisimos averiguar el significado que el partido verde, desde su posición de gobierno, iba a darle a este concepto y no hubo sorpresa, una vez más el partido del girasol coincidía con el uribismo.
Claudia decidió llamar renta básica a unos subsidios terriblemente insuficientes, condicionados y mal entregados, No sólo por las fallas en el SIBEN sino por la famosa focalizacion que hizo la administración Peñalosa para hacer trizas la política social que Bogotá Humana había dejado.
Como ha sido una constante en los debates políticos recientes, Colombia Humana se aparta de las definiciones en las que coinciden verdes y uribistas. Como lo anotan Espitia y Garay, citando a Raventós, desde la perspectiva de la libertad republicana la renta básica garantizada constitucionalmente debe instituir un derecho de existencia y no dominación. Con ese concepto nos identificamos.
En consecuencia, los progresistas creemos que $240mil no constituyen una renta básica por cuanto no son suficientes para garantizar el derecho a la existencia, el Representante a la Cámara David Racero lo explicó muy bien en un trino: “ $240mil mensuales por familias que en promedio tienen 3 personas, no alcanza a representar un dólar por persona diariamente, siendo la línea de la pobreza de 1,9 USD”, llamarle renta básica a esa miserableza es un engaño.
Verdes y Uribistas, cuando no se acusan entre sí, basan sus tesis en el Costo fiscal que implica garantizar una renta básica universal, sin embargo, una revisión a las cuentas presupuestales del distrito y la nación podría concluir que los recursos existen, lo que no existe es la voluntad política.
Por ejemplo, de los $29,3 billones con los que cuenta el FOME para atender la crisis, tan solo se han ejecutado $3,6 billones en 4 meses de pandemia, el gobierno puede disponer de 20 billones que ha mantenido guardados todo este tiempo para garantizar una renta básica a mas de 7 millones de familias como lo ha reclamado el senador del Polo, Wilson Arias.
La alcaldía de Bogotá ha destinado $545mil millones para la compra de predios en la avenida 68 en estricto cumplimiento del negocio de los buses rojos, con esos recursos podría garantizarse una renta básica de 877mil pesos a más de 600 mil familias, cifra superior a las 550mil familias que anunció, iba a atender.
Un traslado presupuestal por un billón de pesos del negocio de los buses rojos a la política social, financiaría dos meses más de renta básica a esas 600mil familias.
En conclusión, nuestras diferencias ideológicas con verdes y uribistas, redundan en que nuestro significado de la acción política se suscribe a la defensa de la vida, seguimos invitando a hacer un acuerdo sobre esa idea fundamental, quienes tengan otra que la pongan a competir.
Que comience la carrera por el sentido común.