Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Aspirar a ser elegido es de seres humanos; aceptar la derrota, de caballeros; mientras que protestar por todo… es de malos perdedores
Acongojados estamos y frustradas nuestras esperanzas, pues desconociendo los méritos de un gran hombre, los venezolanos sacaron a patadas al benemérito Guaidó, quien ostentaba el cargo de presidente interino de la República Bolivariana de Venezuela por voluntad de dos prohombres de la democracia: Donald Trump e Iván Duque. Desde esta tribuna lamentamos profundamente que el señor Guaidó haya sido depuesto y solo nos queda imaginarlo en Speakers Corner, reclamando que le regresen a su palacio imaginario o, en su defecto, autoproclamándose líder de Melmac. No sabemos si en ese segundo escenario podrá llegar en los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana que otrora le prestó el señor Mamolano con la anuencia de su jefe. Aun no nos decidimos sobre quién fue más ridículo en ejercicio de las funciones presidenciales, si Guaidó o Duque. Les dejamos esa determinación a ustedes y a su leal saber y entender.
Y como de locos con extravíos estamos hablando, creemos que Rodolfo Hernández desalojó del primer lugar de chiflados con aspiraciones presidenciales al profesor Gabriel Antonio Goyeneche, a quien cada cuatro años los estudiantes de la Universidad Nacional postulaban para ser jefe de Estado. Se nos dice que, en ausencia de Goyeneche, ya no serán unos jóvenes estudiantes sino un grupo de amigas de la alcaldesa Claudia López quienes propondrán el nombre de Hernández para los próximos comicios. Por nuestra parte, no dudamos de la posibilidad de que Rodolfo llegue a la Casa de Nariño con el apoyo de la virgen de Chiquinquirá; de los pocos seguidores que le quedan a Claudia López y de la maquinaria tradicional que ya le demostró su respaldo en las pasadas elecciones. Lo que sí desconocemos es si requerirá de la ayuda de Job o si con la paciencia del pueblo colombiano le alcanzará.
Los periodistas han acuñado el término monumental para referirse a cualquier cosa que se sale de lo normal. Nos morimos de la risa cuando leímos por estos días a los redactores de la página Bogotá de El Tiempo, quienes reseñaron como “monumentales” los trancones en las vías de salida de la ciudad. ¿Será que a algún chiflado se le ocurriría hacer monumento a un atasco? Viendo lo ‘desvirolada’ que anda la alcaldesa, no nos extrañaría que fuera ella quien lo encargara. Si Bogotá tuvo un alcalde que se casó encima de un elefante, ¿por qué no habría de tener un espécimen de burgomaestre que se atreva a elogiarse hasta en sus fracasos?
Tuvimos la mala suerte de viajar entre Bogotá y Melgar por una carretera que lleva 50 años en construcción y creemos que a Jesucristo no han debido subirlo al Monte Calvario para torturarlo, pues con haberle puesto a hacer este recorrido en un fin de semana habría tenido suficiente. Si usted no quiere envejecer y arrugarse de mala cara, evite este viaje, bien sea para abajo o para arriba, en fin de semana. De ser posible vender piedras, se haría rico quien capitalizara las que nos saca esa carretera a los bogotanos. Nosotros sabíamos que para hacer carreteras había que usar buldóceres; cargadores; aplanadoras; cuchillas, etcétera; pero lo que no sabíamos y algunos entendidos nos cuentan, es que para esta vía lo que más se ha usado ha sido el serrucho. No nos consta pero transmitimos el chisme. Tras resistir horas sentados en el carro creemos sinceramente que la mejor manera de llegar a la finca será en el vagón del metro que pidió la señora Claudia para enseñarnos cómo es que se monta en un tren sin rieles ni estaciones.
Si quiere aprender a hacer un tamal, parta de la base de que debe ‘tar’ mal, porque si usted está bien le sabrá a paella más que a tamal. El del año 2023 será un tamal político, pues habrá candidatos para todos los gustos: buenos, malos y regulares. Dentro de los pésimos estarán los sempiternos designados por Claudia López, Enrique Peñalosa y Álvaro Uribe, a quienes ya conocemos y que se lanzarán a esa olla de grillos buscando –ante todo– el poder que viene con el puesto de alcalde de Bogotá. De ser elegido alguno de estos personajes, se pasarán los próximos cuatro años tratando de romper el récord de Kike & Claudy como los peores alcaldes desde que al genocida Jiménez de Quesada se le ocurrió tirarse la hermosa planicie de Bacatá estableciendo en ella un asentamiento de colonos. Rogamos para que Peñalosa y Claudia salgan más derrotados que la Selección Colombia en el campeonato de 2023.
En este comienzo de año queremos transmitirles nuestros mejores deseos y esperamos seguir contando con su lectura y con sus opiniones. Nos comprometemos a seguir diciendo lo que se nos ocurra, con igual medida de gracia y rigor.
¡Feliz Año Nuevo!
Germán y Pablo
Obituario: lamentamos el fallecimiento de Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé, de quien puede decirse que antes que futbolista, fue un caballero del balón. Él jugaba fútbol, no veía en la cancha un escenario para simular caídas o hacerse autobombo. Tuvo fallas como cualquier ser humano y se salió de sus casillas una que otra vez, pero ese nunca fue su comportamiento habitual, a diferencia del de algunos jugadores colombianos que cuando no están en el suelo andan gritando vulgaridades por doquier.
Adenda: respetamos el derecho del senador Gustavo Bolívar a retirarse del cargo y le deseamos suerte en sus miras futuras. A título personal, Germán lamenta su salida, pues se destacó en el Senado por su sensatez, honradez y rectitud. Feliz año, amigo Bolívar.
Adenda dos: cuando tengamos que cruzar el río Aqueronte para pasar de este infierno al otro, exigiremos que el traslado de nuestras pecaminosas almas se haga en un cómodo TransMilenio, pues es el mejor homenaje que se le puede hacer a un bogotano, o al menos eso piensa nuestra alcaldesa.
Adenda tres: Después de varias pesquisas, incluso con la colaboración del periodista Francisco Cristancho R., aún no hemos podido encontrar qué es lo que tanto les molesta a los contradictores del nuevo presidente de Colpensiones. Y es que, además de haber empleado un ejemplo de inversión que molestó a muchos, el recientemente nombrado Jaime Dussán no ha dado motivo alguno para todo el agua sucia que le han querido echar. Nuestros mejores deseos para Colpensiones, para Jaime, y para todos los ahorradores.
¡Hasta la próxima!