Este miercoles 24 de marzo, Argentina formalizó su su salida del denominado Grupo de Lima, el conjunto de países sudamericanos que no reconocen la legitimidad del mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Mediante un comunicado, la Cancillería argentina informó que su retiro de la agrupación se da por cuenta de que “las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”.
A su vez, otro de las razones para anunciar su salida tiene que ver con la participación de un sector de la oposición venezolana (liderada por Juan Guaidó), que adoptó posiciones que Buenos Aires “no ha podido, ni puede acompañar”.
En el texto, además, la Cancillería argentina llama la atención sobre el agravamiento de la situación en Venezuela, en medio de la pandemia del coronavirus, producto de “las sanciones y bloqueos” y de los “intentos de desestabilización ocurridos en 2020”, que han sido justamente apoyados por el Grupo de Lima.
“No han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables”, enfatiza.
El país sudamericano concluye su comunicado ratificando su compromiso por la estabilidad en la región y con interés de buscar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado.