Así fue revelado por el Superintendente Nacional de Salud, Ulahí Beltrán, quien aseguró que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) que continúan operando con el régimen contributivo y subsidiado tienen cuentas por pagar a hospitales, estas ascienden a $16,6 billones y el lo que va corrido del 2022 la cifra creció cerca de 4 billones de pesos.
De acuerdo con el superintendente de salud, como consecuencia de la deuda que tienen las EPS con varias clínicas y hospitales, en este momento hay una dificultad evidente, que según el funcionario, tienen en crisis al sector prestador de servicio, tanto público como privado, tan y como fue documentado por El Nuevo Siglo.
“Las EPS vienen recibiendo cada mes cumplidamente los recursos del sistema y tienen la obligación de utilizar esos dineros para proteger a las personas cuando están sanas y atenderlas cuando están enfermas, pero también tienen que pagarle a quienes atienden sus afiliados”, señaló Beltrán.
A su vez manifestó su preocupación, ya que esta situación lleva a la inviabilidad del sector prestador por la liquidez para sostener sus obligaciones, en ese sentido, hizo un serio llamado a los directivos de las EPS “no se olviden que la plata que tienen es de los usuarios y el derecho de los usuarios prima sobre la pretensión de permanecer con recursos fondeados en sus arcas cuando tienen es que destinarse a la prestación del servicio”.
Es preciso resaltar, que Supersalud destacó que las EPS deben pagar oportunamente, cumplir con sus obligaciones y atender bien a las personas, garantizar la entrega oportuna de medicamentos, en general los procedimientos que necesite un determinado paciente.