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El empresario Jaime Blanco Maya, condenado por concierto para delinquir con grupos paramilitares y los homicidios en 2001 de dos sindicalistas que trabajaban para la multinacional Drummond, le contó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre la financiación económica que empresas carboneras y constructoras le hicieron a grupos paramilitares y guerrilleros.
El portal 360-grados. co publicó en exclusiva las declaraciones privadas del medio hermano del ex contralor Edgardo Maya Villazón, en las que salpica a la compañía estadounidense Drummond Ltd., dedicada a la explotación y comercialización de carbón en el departamento del Cesar con la promoción y financiación del conflicto armado en Colombia.
Dentro de la comparecencia entregada por Blanco Maya aparecen involucradas personalidades políticas y empresarios del departamento del Cesar y el Magdalena con las que sostuvo un rol de intermediario para la financiación inicial del ELN y las Farc y posteriormente a grupos paramilitares.
Blanco narró que a partir del año 1993 ya se hacían estas colaboraciones financieras a los grupos criminales “cuando obtuvo el contrato de suministro de alimentación y agua para los obreros de una empresa brasileña que trabajaba en la construcción del puerto de Drummond, gracias a sus conexiones con el gerente de relaciones con la comunidad, Alfredo Araújo Castro”, registró 360- grados.co
“Araújo le habría presentado al político magdalenense Edgardo Vives para que este le sirviera de enlace con los paramilitares. “El era cercano a ‘Los Chamizos’, al mando de Hernán Giraldo Serna en la Sierra Nevada”, dijo Blanco.
“Vives también le habría presentado a un testaferro de Giraldo y a través de él empezó a pagarles mensualidades en efectivo que, aseguró Blanco, salían de las arcas de las firmas constructoras con la intención de que les brindaran seguridad, y atacaran a los guerrilleros y sus posibles cómplices. Antes de pagarle a los paramilitares, dijo Blanco Maya, la empresa brasileña pasaba dinero a los grupos guerrilleros. “Pero hastiados del boleteo decidieron buscar a los paramilitares”, reza en la publicación del portal citado.
Blanco Maya indicó en sus declaraciones que los pagos se hacían en efectivo imposibilitando el rastreo de los dineros. “Drummond debía saber que se pagaba porque Araújo fue el que se encargó de presentarme a Vives para contactarme con ellos”.
El empresario involucró a un exfuncionario de la CIA que era vicepresidente mundial de Seguridad de Drummond, James Lee Atkins, como “la persona clave” en la presunta financiación de los paramilitares en el Cesar, sustentando su declaración en un memo que envió Atkins a Mike Tracey, presidente de la multinacional desde 2016.
“Atkins dio cuenta de la conformación de los grupos Convivir en Colombia, aunque si bien descarta una colaboración con las autoridades y las Convivir, se nota que está enterado de lo que está ocurriendo. “(…) El gobierno ha decidido hacer un esfuerzo serio para organizar a los grupos paramilitares en la región en un grupo paraguas controlado por el ejército. La legislación reciente permite la formación de estos grupos bajo un plan denominado “Operación Convivir”. (…) El plan es similar a un enfoque utilizado en Perú para acabar con el MRTA y debilitar seriamente al Sendero Luminoso”, explica Atkins en el memo.
La multinacional, por su parte, a través de un comunicado, ratificó que desde que ha tenido operaciones en Colombia nunca ha tenido vínculos con grupos al margen de la ley.
https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=https://embeber-pdf-arc.s3.amazonaws.com/Comunicacio%CC%81n+Drummond+360+grados-1606155860718.pdf
Adicionalmente, Blanco confesó su responsabilidad en la muerte de Hugo Guerra Cabrera, en complicidad con los paramilitares con el fin de obtener contratos con la multinacional los cuales también pasó con millonarios sobrecostos.
Otra revelación aportada por blanco es “la a venta de la Empresa Promotora y Explotadora de Carbón del Cesar y La Guajira (Emcarbón) en la que junto a sus socios Jorge Gnecco Cerchar, Hugues Rodríguez, Fuentes y la Gobernación del Cesar, recibieron recibieron la autorización para explotar la mina El Hatillo (10.000 hectáreas) durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), sin que mediara una licitación”, puntualizó Blanco.
“Entre los promotores de esa concesión estuvieron el exgobernador del Cesar, Lucas Gnecco Cerchar; su hermano, Jorge; el exministro de Minas y excongresista por La Guajira, Amilkar Acosta Medina; y el presidente de Ferrovías en 1996 y ex viceministro de Transporte, Alfonso Campo Soto, entre otros” publicó 360-grados.co
Uno de los socios de Blanco, Hugues Rodríguez, reconocido ganadero en el Cesar, es sindicado por su liderazgo en la conformación de los grupos paramilitares.