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Devastada está la Costa Oeste de Estados Unidos tras los mega incendios forestales que han dejado alrededor de 30 muertos y cientos de especies incineradas.
Desde hace tres semanas, el fuego ha venido devorando miles de hectáreas de Oregón, California y Washington, dejando sin hogar a miles de personas y animales.
Según expertos, la escala de estos incendios se debe al cambio climático que ha fraguado una larga sequía con fuertes vientos, a lo que se suman las crecientes construcciones de casas en éstas zonas de alto riesgo.
Autoridades locales señalan que a pesar de que estas zonas sufren temporadas de incendios, no existen cambios en las políticas actuales en el manejo forestal ni en los impactos ecológicos. “Me gustaría que los incendios del 2020 fueran una anomalía”, pero por desgracia son un barómetro del futuro”, advirtió la gobernadora de Oregón, Kate Brown.
El gobernador de California, Gavin Newsom, tras su inspección de los daños causados reconoció que, a pesar de los esfuerzos de su Estado por mitigar el cambio climático, las altas temperaturas sin precedentes confirman los pronósticos científicos acerca de la crisis climática
“El debate sobre el cambio climático ha llegado a su fin. Esta es una emergencia climática. Esto es real y está sucediendo”, dijo a los periodistas de la BBC.
Por su parte, el Presidente Donald Trump argumentó que una adecuada limpieza de los bosques podría prevenir los incendios, negando que estos sean consecuencias del cambio climático y lograr contrarrestar el discurso de sus opositores políticos.
Sin embargo, el candidato demócrata, Joe Biden afirmó que “El presidente Trump puede intentar negar la realidad, pero los hechos son innegables. La amenaza que representan los acontecimientos climáticos extremos para los estadounidenses representan la necesidad apremiante de combatir la crisis climática”.
Este lunes, Trump arribará a California y los gobernadores de los estados afectados por las llamas, auguran fuertes debates sobre el cambio climático ya que el primer mandatario de los estadounidenses ha insistido en sus discursos de campaña negar el consenso científico que advierte sobre la crisis climática del planeta